Josu Sein
Como en todos los grupos a los que se les adjudica una etiqueta, la disparidad de los que adoptan tal etiqueta puede llegar a tal extremo que la filosofía y la postura de dos de ellos puede ser incluso opuesta. Por eso siempre es mejor ir por libre, pero ello no impide que me pueda definir en los ámbitos en los que me interesa y no permitir que se me etiquete en otros ámbitos en los que la presión social sostiene que es necesario hacerlo.
Además de considerarme animalista porque evidentemente defiendo los derechos naturales e innatos, que no jurídicos que varían dependiendo de la sociedad al igual que los derechos específicos de los humanos, de todo animal, humano o no, también lo soy porque ser animalista, a pesar de tener que escuchar una y otra vez el relamido pseudoargumento de que nos preocupamos más por los animales que por los humanos, implica necesariamente ser humanista, que no antropocentrista.
-¿Pero qué somos, personas o animales?
La respuesta a esa tan maniquea pregunta tantas veces formulada está clara. Somos animales y humanos, sin que un aspecto niegue al otro. La prepotencia humana ha llegado hasta límites insospechados, negando la inteligencia y las emociones de otras especies que sí que las poseen. De ahí que por mucho que ofenda, se haya comparado la actitud y los argumentos de los antropocentristas con los de los nazis, básicamente porque son los mismos por mucho que una persona haya luchado toda su vida por los derechos de todos los humanos denunciando semejantes barbaries e ideologías como las del nazismo, si es que se pueden denominar como ideologías. Pero al igual que no se puede admitir que una persona sea considerada "inferior" o tenga menos derechos por pertenecer a otra raza o sexo, cosa que en el pasado se daba por sentado, tampoco se puede permitir hoy en día que se asevere que los animales no humanos son "inferiores". Muchas especies lo son objetivamente al igual que muchas otras son superiores a nosotros en diversos aspectos, pero siempre refiriéndonos a condiciones y aptitudes físicas y psíquicas, no éticas. No se puede continuar admitiendo que se dé por hecho que los humanos, más aún teniendo en cuenta que somos la especie más peligrosa ya que el hecho de que pudiéramos ser la más beneficiosa ha sido relegado al pozo más profundo y oscuro, seamos superiores moral o éticamente. No lo somos.
"Animal" proviene del latín "anima", es decir, todo ser con "anima", y no me deja de parecer cuanto menos curioso que contradictoriamente muchos humanos no se consideren animales y traten al resto de especies como cosas, es decir, objetos inanimados, literalmente lo contrario de "animal".
Exaltación de la vanidad humana...
Como en todos los grupos a los que se les adjudica una etiqueta, la disparidad de los que adoptan tal etiqueta puede llegar a tal extremo que la filosofía y la postura de dos de ellos puede ser incluso opuesta. Por eso siempre es mejor ir por libre, pero ello no impide que me pueda definir en los ámbitos en los que me interesa y no permitir que se me etiquete en otros ámbitos en los que la presión social sostiene que es necesario hacerlo.
Además de considerarme animalista porque evidentemente defiendo los derechos naturales e innatos, que no jurídicos que varían dependiendo de la sociedad al igual que los derechos específicos de los humanos, de todo animal, humano o no, también lo soy porque ser animalista, a pesar de tener que escuchar una y otra vez el relamido pseudoargumento de que nos preocupamos más por los animales que por los humanos, implica necesariamente ser humanista, que no antropocentrista.
-¿Pero qué somos, personas o animales?
La respuesta a esa tan maniquea pregunta tantas veces formulada está clara. Somos animales y humanos, sin que un aspecto niegue al otro. La prepotencia humana ha llegado hasta límites insospechados, negando la inteligencia y las emociones de otras especies que sí que las poseen. De ahí que por mucho que ofenda, se haya comparado la actitud y los argumentos de los antropocentristas con los de los nazis, básicamente porque son los mismos por mucho que una persona haya luchado toda su vida por los derechos de todos los humanos denunciando semejantes barbaries e ideologías como las del nazismo, si es que se pueden denominar como ideologías. Pero al igual que no se puede admitir que una persona sea considerada "inferior" o tenga menos derechos por pertenecer a otra raza o sexo, cosa que en el pasado se daba por sentado, tampoco se puede permitir hoy en día que se asevere que los animales no humanos son "inferiores". Muchas especies lo son objetivamente al igual que muchas otras son superiores a nosotros en diversos aspectos, pero siempre refiriéndonos a condiciones y aptitudes físicas y psíquicas, no éticas. No se puede continuar admitiendo que se dé por hecho que los humanos, más aún teniendo en cuenta que somos la especie más peligrosa ya que el hecho de que pudiéramos ser la más beneficiosa ha sido relegado al pozo más profundo y oscuro, seamos superiores moral o éticamente. No lo somos.
"Animal" proviene del latín "anima", es decir, todo ser con "anima", y no me deja de parecer cuanto menos curioso que contradictoriamente muchos humanos no se consideren animales y traten al resto de especies como cosas, es decir, objetos inanimados, literalmente lo contrario de "animal".
Exaltación de la vanidad humana...
Hola Josu Sein!
ResponderEliminarCien por cien de acuerdo contigo. Me toca contar hasta diez cada vez que me salen con lo de los niños que se mueren de hambre en Africa, es increíble, como si una cosa excluyese a la otra. En fin, una vez más la prepotencia de algunas personas, que creen que todo gira en torno a nuestra especie.
Me ha encantado el texto.
Saludos!
Hola Josu!
ResponderEliminarEs cierto lo que dice Laura que una cosa no excluye la otra. El amor a TODOS los seres vivos no puede delimitarse a "algunos seres" o de "9 a 17.00" o según la geografía. Ese amor tiene que fluir hacia todos los rincones y en todas las categorias, abarcando todo tipo de vida en este mundo (que no somos nosotros, los pseudo SAPIENS, los únicos habitantes de este planeta).
Gracias por tu post. Saludos.
Josu, si vas a un pueblo donde realizan matanzas, veras con que naturalidad te cuentan como ha muerto el "bicho", con pelos y señales.
ResponderEliminarSi planteas tu punto de vista y les preguntas como pueden permitir ese sufrimiento a los animales, te miran como si fueras un marciano.
Una falta de sensibilidad que asusta.
Qué me vas a decir a mí, Steppenwolf, si he nacido y crecido en un pueblucho de catetos de Gipuzkoa.
ResponderEliminarCuando estaba estudiando un ciclo formativo de Imagen en el 98 la profa de imagen audiovisual nos puso "El verdugo" de Barlanga. Un chico que estaba sentado delante mío, no se me olvidará nunca, dijo algo así como: "Yo mato cerdos cada 2 por 3, qué nos va a importar el tío de la peli si encima se lo merece".
Ya somos dos Lauras XD...
ResponderEliminarBueno, de nuevo te doy las gracias por este post. Estoy de acuerdo en todo lo que dices en él.
Cuídate mucho.
Hola de nuevo,Josu.
ResponderEliminarPensé que quizá podría interesarte a tí o a alguien este link si es que no lo habéis leído ya.
http://cfawr.org/animal-abuse.php
Gracias Laura. Efectivamente hay una línea muy fina entre maltratar a otras especies y pasar a maltratar a la propia, lo que de nuevo demuestra que ser animalista implica ser humanista.
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