martes, 26 de abril de 2011

No al adoctrinamiento en la educación de Promusicae, SGAE y FAP

Las SGAE, Promusicae y FAP van a distribuir por todos los colegios de España una guía sobre "el buen uso" de Internet. Esto supone una grave intromisión de asociaciones privadas en el sistema de enseñanza pública de nuestro país, especialmente cuando es de sobra conocido el enorme debate que hay en la sociedad civil española con respecto al contenido en la red de redes.

Tenemos que hacer algo para frenar esta campaña de adoctrinamiento en las escuelas españolas de primaria y secundaria. Supone un grave atentado contra el sistema de enseñanza que se asuman como verdades absolutas los principios de un grupo privado minoritario. En esta guía solo se reflejan sus ideas y se censura el debate sobre un tema en el que aún no se ha alcanzado el consenso social.

Exige a los responsables de esta guía que no impongan sus criterios sobre Internet en el sistema de educación español.

"Música, cine y televisión en Internet" es el título de esta guía, elaborada por la ONG Childnet International y editada por la entidad que engloba las principales productoras musicales españolas (Promusicae) y que cuenta con el apoyo de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y la Federación para la protección de la propiedad intelectual (FAP). Según los responsables está digirida a padres y profesores para alertar sobre los peligros a los que se exponen niños y niñas con el uso de Internet.

En la guía se llega a definir a blogs de la siguiente manera: "Abreviatura de «web log», un diario o revista que se publica en Internet. Los blogs a menudo se utilizan para publicar enlaces a archivos, que pueden ser copias ilegales de música, películas u otros ficheros multimedia". También se alerta sobre los peligros de los archivos de intercambio de contenidos P2P porque "pueden contener virus o contenido pornográfico" y se publicitan una serie de tiendas online afines a las asociaciones que publican la guía donde pueden descargar música y películas "legalmente".

No permitamos que se condicione la enseñanza de las futuras generaciones por intereses particulares de unos pocos. Frenemos la distribución de esta guía en los colegios españoles.


Más información:

Música, cine y televisión en Internet. Guía para padres y profesores (PDF)

Se publica una guía para padres y profesores sobre el buen uso de Internet

Un blog es una web que "a menudo" publica enlaces "ilegales"


Firmad en Actuable para parar esta intromisión de sociedades privadas en la enseñanza pública.

viernes, 22 de abril de 2011

¡¡¡COPIAD, MALDITOS!!!

Para los que, al igual que yo, se perdieron en directo en la 2 este gran documental que deja a la SGAE por debajo de la mierda, pueden verlo y descargarlo sin problemas desde internet. Por algo está producido bajo licencia Creative Commons, y a lo largo del documental podréis ver las razones para ello. He de decir sabiendo lo incoherente que resulta, eso sí, que desde hace años, sin saber de la existencia de los Creative Commons con sus distintas variantes desde la más restrictiva a la más abierta y el Copyleft frente al Copyright, tengo la costumbre de añadir el símbolo del Copyright en mis fotografías y textos, algo que se ha convertido casi en inercia. Bien, pues aunque por principios debería de cambiarlo todo por el Creative Commons más restrictivo, para lo que actualmente realmente no tengo tiempo, la razón es que siempre he entendido que la "propiedad intelectual" consiste en que no se vulneren tus derechos como autor intelectual de una obra. ¿Se vulneran si alguien se descarga una obra de cualquier disciplina artística pero no la utiliza para fines comerciales sin permiso ni falsifica la autoría? Pues no, no se vulneran se mire por donde se mire. Se sigue sabiendo y especificando que determinada obra ha sido creada por determinado autor, por lo tanto sus derechos de autor no resultan vulnerados. Es pura lógica. Si gente como Alejandro Sanz, Serrat o Ramoncín siguen sin querer verlo sólo para seguir forrados en detrimento de los artistas a los que se les ponen dificultades para difundir su obra, allá ellos. Las neuronas no les van, que tomen más arándanos. Es por todos sabido que los artistas aún desconocidos ofrecen gratis sus obras para darse a conocer mientras que este tipo de gente, salvo grandísimos famosos como Björk que adoran el intercambio por internet, sólo pretenden mantener sus privilegios como si de patricios y plebeyos de la Roma antigua estuviéramos hablando, y la realidad es que saldrán perdiendo por una parte porque cada vez más gente les tiene manía, y por otra parte porque actualmente la gente es capaz de pagar por artistas aún no demasiado conocidos pero no paga por ultrafamosos que están por todas partes y que, dicho sea de paso, obtienen sus mayores ingresos por sus conciertos y no por las ventas de discos ni por la puta SGAE.
En lo que respecta a mi obra, a pesar del símbolo del Copyright, cualquiera puede descargarse y guardarse mis fotos y mis textos sin ningún problema siempre que no los utilicen para determinados fines sin consultarme ni falsifiquen mi autoría. Para algo lo cuelgo en internet sin esperar nada a cambio, precisamente para darme a conocer. ¿Cómo se espera que alguien pueda llegar a "ganarse la vida" con su arte si se le ponen impedimentos para darse a conocer? Otra cosa es que de una vez por todas me propongan u ofrezcan un trabajo o proyecto. Entonces, evidentemente, cobraré. Pero desde luego prefiero en cualquier caso, parafraseando a Jesús Mosterín, que mis obras sean vistas y/o leídas gratis a que no lo sean por restricciones legales, políticas o morales. Dicho queda, y disfrutad del documental.



Pinchando sobre VIMEO podréis ver el documental allí a mayor tamaño.

miércoles, 13 de abril de 2011

Los otros (relato de Neil Gaiman)

Autorretratos realizados Josu Sein

—Aquí el tiempo es fluido—dijo el demonio.
Supo que era un demonio en el mismo momento en que lo vio. Simplemente lo sabía, del mismo modo que sabía que aquel lugar era el infierno. Ninguno de los dos podría haber sido otra cosa.
La habitación era alargada, y el demonio esperaba junto a un brasero humeante situado en el otro extremo. De las paredes de piedra gris colgaban multitud de objetos, objetos que no habría sido prudente ni tranquilizador inspeccionar de cerca. El techo era bajo, el suelo, extrañamente insustancial.
—Acércate más—dijo el demonio, y el hombre obedeció.
El demonio estaba flaco como un fideo e iba desnudo. Tenía muchas cicatrices, y parecía que le hubieran arrancado la piel en un pasado remoto. Tampoco tenía orejas, ni sexo. Sus labios eran finos y tenían un aire ascético; sus ojos eran demoníacos: habían visto demasiado y habían llegado demasiado lejos, su mirada hacía que el hombre se sintiera más insignificante que una mosca.
—¿Qué va a pasar ahora?—preguntó.
—Ahora—replicó el demonio, con una voz que no denotaba pena, ni tampoco deleite, tan sólo una rotunda y atroz resignación—vas a ser torturado.
—¿Por cuánto tiempo?
Pero el demonio se limitó a menear la cabeza y no respondió a la pregunta. Empezó a caminar despacio a lo largo de la pared, paseando su mirada de objeto en objeto. En el extremo más alejado de la pared, junto a la puerta cerrada, había un látigo de 9 correas hecho de alambres pelados. Con una mano en la que sólo había 3 dedos, el demonio lo descolgó de la pared y volvió junto al hombre, transportando el macabro instrumento con suma ceremonia. Colocó las correas de alambre sobre el brasero y se quedó mirando cómo se calentaban.
—Eso es inhumano.
—Sí.
Los extremos de las 9 correas empezaban a adquirir un tono anaranjado.
Mientras alzaba el brazo para asestar el primer latigazo, dijo:
—Dentro de algún tiempo recordarás todo esto can cariño, incluso este momento.
—Eres un mentiroso.
—No—replicó el demonio—. Lo que viene después es peor—le explicó, justo antes de azotarle.
Entonces, las correas del látigo se estrellaron contra la espalda del hombre, desgarrando sus caras ropas, que ardían y se hacían tiras al contacto con los alambres incandescentes, y el hombre profirió un grito. Pero la cosa no había hecho más que empezar.
En las paredes esperaban aún 211 instrumentos de tortura y, a su debido tiempo, habría de probar cada uno de ellos.
Cuando, por fin, la Hija del Lazareno, a la que había llegado a conocer muy íntimamente, fue limpiada y colocada de nuevo en la pared en el puesto 212, entonces, con una mueca de dolor, masculló:
—Y ahora, ¿qué?
—Ahora—respondió el demonio—es cuando viene el dolor de verdad.
Y así fue.
Todo cuanto había hecho en su vida y que habría sido mejor no hacer; cada mentira que había dicho—ya fuera a sí mismo o a otros—; cada pequeño dolor que había infligido, y los grandes también... cada uno de ellos iba siendo extraído de su interior, detalle a detalle, centímetro a centímetro. El demonio le fue arrancando a tiras la piel del olvido, desnudándolo hasta dejar sólo la verdad, y aquello le dolió más que cualquier otra cosa.
—Dime qué pensaste cuando ella salió por la puerta—dijo el demonio.
—Pensé que mi corazón estaba roto.
—No—replicó el demonio, pero en su voz no había odio—, no fue eso lo que pensaste.
Se le quedó mirando fijamente con sus inexpresivos ojos, y él no tuvo más remedio que apartar la vista.
—Pensé: ya nunca sabrá que he estado acostándome con su hermana.
El diablo seguía diseccionando su vida, momento a momento, cada instante. Aquello duró unos cien años, o quizás mil—tenían todo el tiempo del mundo—y cuando se acercaba ya el final, se dio cuenta de que el demonio le había dicho la verdad: la tortura física había resultado más llevadera.
Y terminó.
Y una vez hubo terminado, volvió a empezar de nuevo. Sólo que ahora se conocía a sí mismo como no se había conocido nunca, lo que de alguna manera lo hacía todo aún más insoportable.
Ahora, mientras hablaba, se odiaba con toda su alma. Ya no había mentiras, ni evasivas, ni sitio para otra cosa que no fueran el dolor y la ira.
Estaba hablando. Había dejado de llorar. Y cuando terminó, unos mil años más tarde, rezó para que el demonio fuera hasta la pared y cogiera el cuchillo de despellejar, la pera oral o las empulgueras.
—Otra vez—dijo el demonio.
El hombre empezó a gritar. Estuvo gritando mucho tiempo.
—Otra vez—volvió a decir el demonio cuando hubo terminado.
Era como pelar una cebolla. Esta vez, al revisar su vida, comprendió que todo tiene sus consecuencias. Vio el resultado de las cosas que había hecho, resultado del que no era consciente mientras las hacía; las mil maneras en que había dañado al mundo; el mal que había hecho a personas a las que no conocía y con las que jamás se había tropezado. Era la lección más dura que había aprendido hasta ese momento.
—Otra vez—repitió el demonio mil años más tarde.
El hombre se puso en cuclillas, junto al brasero, meciéndose levemente, con los ojos cerrados, y relató la historia de su vida, reviviéndola según la iba contando, desde su nacimiento hasta su muerte, sin alterar nada, sin dejarse nada en el tintero, haciendo frente a todo. Abrió su corazón de par en par.
Cuando terminó, se quedó allí sentado, con los ojos cerrados, esperando oír de nuevo aquella voz: "Otra vez". Pero el demonio permanecía en silencio. Abrió los ojos.
Se puso en pie, despacio. Estaba solo.
En el extremo opuesto de la habitación había una puerta abierta. Un hombre cruzó la puerta. Su rostro denotaba pavor, y también arrogancia y orgullo. El hombre, que iba vestido con ropa cara, avanzó vacilante unos cuantos pasos y luego se detuvo.
Cuando vio al hombre, lo comprendió todo.
—Aquí el tiempo es fluido—le dijo al recién llegado.

viernes, 1 de abril de 2011

El exiliado

Fotografías de Josu Sein


Charles Baudelaire: "Las letanías de Satán"

Oh tú, el Ángel más bello y asimismo el más sabio,
Dios privado de suerte y ayuno de alabanzas,

¡oh Satán, ten piedad de mi larga miseria!

Príncipe del exilio, a quien perjudicaron,
y que, vencido, aún te alzas con más fuerza,

¡oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Tú que todo lo sabes, oh gran rey subterráneo,
familiar curandero de la angustia del hombre,

¡oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Tú que incluso al leproso y a los parias más bajos
sólo por amor muestras el gusto del Edén,

¡oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Oh tú, que de la Muerte, tu vieja y firme amante,
engendras la Esperanza - ¡esa adorable loca!

¡oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Tú que das al proscrito esa altiva mirada
que en torno del cadalso condena a un pueblo entero,

¡oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Tú que sabes la guarida donde en tierras lejanas
el celoso Dios guarda toda su pedrería,

¡oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Tú, cuyos claros ojos saben en qué arsenales
amortajado el pueblo duerme de los metales,

¡oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Tú, cuya larga mano disimula el abismo
al sonámbulo errante sobre los edificios,

¡oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Tú, que mágicamente ablandas la osamenta
del borracho caído al pie de los caballos,

¡oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Tú, que por consolar al débil ser que sufre,
a mezclar nos enseñas azufre con salitre,

¡oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Tú que imprimes tu marca, ¡oh cómplice sutil!,
en la frente del Creso vil e inmisericorde,

¡oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Tú, que en el corazón de las putas enciendes
el culto por las llagas y el amor a los trapos,

¡oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Báculo de exiliados, lámpara de inventores,
confidente de ahorcados y de conspiradores,

¡oh Satán ten piedad de mi larga miseria!

Padre adoptivo de aquellos que, en su cólera,
del paraíso terrestre alejó Dios un día,

¡oh Satán ten piedad de mi larga miseria!


ORACIÓN

¡Gloria y loor a ti, Satán, en las alturas
del Cielo donde reinas y en las profundidades
del Infierno en que sueñas, vencido y silencioso!
Haz que mi alma, bajo el Árbol de la Ciencia,
cerca de ti repose, cuando, sobre tu frente,
como una Iglesia nueva sus ramajes se expandan.



Diamanda Galás: "Les litanies de Satan"


A los interesados en el mito y el arquetipo de esta figura, y recalco lo de mito y sobre todo lo de arquetipo, quizás les interesen las siguientes actualizaciones:

The Devil

Las 3 maldiciones monoteístas

Religious?

La Epopeya de Gilgamesh

La Biblia Satánica

Satán, primer rebelde mítico en contra de la tiranía y ejemplo a seguir...