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martes, 26 de abril de 2011

No al adoctrinamiento en la educación de Promusicae, SGAE y FAP

Las SGAE, Promusicae y FAP van a distribuir por todos los colegios de España una guía sobre "el buen uso" de Internet. Esto supone una grave intromisión de asociaciones privadas en el sistema de enseñanza pública de nuestro país, especialmente cuando es de sobra conocido el enorme debate que hay en la sociedad civil española con respecto al contenido en la red de redes.

Tenemos que hacer algo para frenar esta campaña de adoctrinamiento en las escuelas españolas de primaria y secundaria. Supone un grave atentado contra el sistema de enseñanza que se asuman como verdades absolutas los principios de un grupo privado minoritario. En esta guía solo se reflejan sus ideas y se censura el debate sobre un tema en el que aún no se ha alcanzado el consenso social.

Exige a los responsables de esta guía que no impongan sus criterios sobre Internet en el sistema de educación español.

"Música, cine y televisión en Internet" es el título de esta guía, elaborada por la ONG Childnet International y editada por la entidad que engloba las principales productoras musicales españolas (Promusicae) y que cuenta con el apoyo de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y la Federación para la protección de la propiedad intelectual (FAP). Según los responsables está digirida a padres y profesores para alertar sobre los peligros a los que se exponen niños y niñas con el uso de Internet.

En la guía se llega a definir a blogs de la siguiente manera: "Abreviatura de «web log», un diario o revista que se publica en Internet. Los blogs a menudo se utilizan para publicar enlaces a archivos, que pueden ser copias ilegales de música, películas u otros ficheros multimedia". También se alerta sobre los peligros de los archivos de intercambio de contenidos P2P porque "pueden contener virus o contenido pornográfico" y se publicitan una serie de tiendas online afines a las asociaciones que publican la guía donde pueden descargar música y películas "legalmente".

No permitamos que se condicione la enseñanza de las futuras generaciones por intereses particulares de unos pocos. Frenemos la distribución de esta guía en los colegios españoles.


Más información:

Música, cine y televisión en Internet. Guía para padres y profesores (PDF)

Se publica una guía para padres y profesores sobre el buen uso de Internet

Un blog es una web que "a menudo" publica enlaces "ilegales"


Firmad en Actuable para parar esta intromisión de sociedades privadas en la enseñanza pública.

viernes, 22 de abril de 2011

¡¡¡COPIAD, MALDITOS!!!

Para los que, al igual que yo, se perdieron en directo en la 2 este gran documental que deja a la SGAE por debajo de la mierda, pueden verlo y descargarlo sin problemas desde internet. Por algo está producido bajo licencia Creative Commons, y a lo largo del documental podréis ver las razones para ello. He de decir sabiendo lo incoherente que resulta, eso sí, que desde hace años, sin saber de la existencia de los Creative Commons con sus distintas variantes desde la más restrictiva a la más abierta y el Copyleft frente al Copyright, tengo la costumbre de añadir el símbolo del Copyright en mis fotografías y textos, algo que se ha convertido casi en inercia. Bien, pues aunque por principios debería de cambiarlo todo por el Creative Commons más restrictivo, para lo que actualmente realmente no tengo tiempo, la razón es que siempre he entendido que la "propiedad intelectual" consiste en que no se vulneren tus derechos como autor intelectual de una obra. ¿Se vulneran si alguien se descarga una obra de cualquier disciplina artística pero no la utiliza para fines comerciales sin permiso ni falsifica la autoría? Pues no, no se vulneran se mire por donde se mire. Se sigue sabiendo y especificando que determinada obra ha sido creada por determinado autor, por lo tanto sus derechos de autor no resultan vulnerados. Es pura lógica. Si gente como Alejandro Sanz, Serrat o Ramoncín siguen sin querer verlo sólo para seguir forrados en detrimento de los artistas a los que se les ponen dificultades para difundir su obra, allá ellos. Las neuronas no les van, que tomen más arándanos. Es por todos sabido que los artistas aún desconocidos ofrecen gratis sus obras para darse a conocer mientras que este tipo de gente, salvo grandísimos famosos como Björk que adoran el intercambio por internet, sólo pretenden mantener sus privilegios como si de patricios y plebeyos de la Roma antigua estuviéramos hablando, y la realidad es que saldrán perdiendo por una parte porque cada vez más gente les tiene manía, y por otra parte porque actualmente la gente es capaz de pagar por artistas aún no demasiado conocidos pero no paga por ultrafamosos que están por todas partes y que, dicho sea de paso, obtienen sus mayores ingresos por sus conciertos y no por las ventas de discos ni por la puta SGAE.
En lo que respecta a mi obra, a pesar del símbolo del Copyright, cualquiera puede descargarse y guardarse mis fotos y mis textos sin ningún problema siempre que no los utilicen para determinados fines sin consultarme ni falsifiquen mi autoría. Para algo lo cuelgo en internet sin esperar nada a cambio, precisamente para darme a conocer. ¿Cómo se espera que alguien pueda llegar a "ganarse la vida" con su arte si se le ponen impedimentos para darse a conocer? Otra cosa es que de una vez por todas me propongan u ofrezcan un trabajo o proyecto. Entonces, evidentemente, cobraré. Pero desde luego prefiero en cualquier caso, parafraseando a Jesús Mosterín, que mis obras sean vistas y/o leídas gratis a que no lo sean por restricciones legales, políticas o morales. Dicho queda, y disfrutad del documental.



Pinchando sobre VIMEO podréis ver el documental allí a mayor tamaño.

jueves, 27 de enero de 2011

No lo vas a tener tan fácil, Sinde...


Después de que Álex de la Iglesia, tras reunirse con expertos en contra de la ley Sinde a pesar de estar en principio a favor y convencerse de lo nefasta que es (Sinde, aprende de gente con ética, que es algo que tú no hiciste con los tauricidas), haya decidido renunciar a su presidencia de la Academia de los Goya, algo que va a traer más repercusión de la que Sinde y Cia se esperan, y de los miles y miles de tweets que se produjeron en contra de esta ... ¿ley? el día de su aprobación, ya está en marcha el contraataque, que mejor sería definirlo como defensa.

En todos los cuentos está la bruja mala, que es la de la foto de arriba (que no da miedo ni nada...) y el príncipe azul, en este caso el inteligente y elocuente abogado David Bravo a quien ya le dediqué una actualización. Aquí tenéis sus respuestas a varias preguntas que se le han formulado (la 5 y la 6 no tienen desperdicio):


#1 ¿Qué cambia con la nueva Ley Sinde?
La enmienda es cosmética y no cambia el hecho de que mediante la llamada Ley Sinde se atribuiría a una comisión del Ministerio de Cultura y no a un juez la potestad de decidir si desde una web se están vulnerando derechos de propiedad intelectual así como el cierre de la página. Todo ello con independencia de que la web tenga o no ánimo de lucro, ya que se incluyen a aquéllas no lucrativas pero que sean "susceptibles de causar un daño patrimonial".
Ahora introducen otro juez en el proceso pero la cuestión relevante es conocer qué decide el juez. En el procedimiento se limita expresamente al juez la posibilidad de decidir si existe o no la infracción denunciada y la pertinencia de la medida de cierre de la web. Estas dos cuestiones, que son las esenciales, las decide la Administración. Si bien podrá usarse contra cualquier web que un titular de derechos señale con el dedo, el procedimiento parece diseñado para cerrar las denominadas como webs de enlaces, que los jueces vienen declarando sistemáticamente como no infractoras de derechos. Ahora el Ejecutivo eliminará a esos mismos jueces de la ecuación y rearbitrará un partido que la industria perdía por goleada.
Esta situación mediante la que el poder ejecutivo sustrae determinados ámbitos de decisión al judicial, ya ha sido perfectamente descrita por la sociología jurídica. Boaventura de Sousa Santos, en su libro "Socilogía jurídica crítica" (página 114) dice: "Los intentos de ejercer el control político sobre la actividad judicial suceden por razones semejantes y recurriendo a medios similares: transferencia de ciertas áreas de litigio del ámbito de los juzgados ordinarios a juzgados especiales o a agencias administrativas bajo el control del poder ejecutivo".


#2
David, ¿Quién compondrá la comisión que cerrará las webs?
La comisión estará formada por miembros de diversos ministerios lo que dará a la Administración una llave única y sin precedentes para cerrar páginas pese a que la actividad que realizan podría considerarse perfectamente legal según el criterio de un juez. Los conflictos relacionados con la propiedad intelectual, especialmente complejos y llenos de matices, deben ser decididos por jueces. No se trata de un coche aparcado en doble fila, una cuestión de hecho objetiva y fácil de comprobar, sino de una materia que requiere un conociento profundo.

#3
@opinguino: hola David, como profesional del sector de internet (desarrollador web) ¿qué medidas debería tomar para evitar que se cierren las webs de mis clientes por esta ley? ¿qué medidas podríamos establecer para evitar un cierre administrativo de una página una vez llegada la orden de las brigadas de la ministra?. gracias por tu labor.
Los abogados tenemos un gran problema a la hora de dar consejos de este tipo porque las leyes que rigen el fondo de los asuntos no han cambiado. Lo que era legal ayer lo seguirá siendo tras la aprobación de la Ley Sinde. Esta ley no cambia la norma que regula su actividad sino al árbitro que la interpreta y resulta absolutamente imposible hacer predicciones fundadas sobre cómo interpretaran las siempre complejas leyes de propiedad intelectual un órgano administrativo. Con esta ley un abogado especialista lo único que podrá es darle consejos para adaptar completamente su empresa a la ley vigente, pero después tendrá que cruzar los dedos para que la Comisión del Ministerio de Cultura no interprete las leyes a su modo y manera frenando una actividad que un juez bien podría considerar perfectamente legal.

#4
Hola, David. ¿Qué opinas de los artículos de opinión de gente como Alejandro Sanz y Javier Bardem en los que criticaban el rechazo de la Ley Sinde en el Congreso?
Y no sólo ellos. Tras el rechazo en el Congreso de la Ley Sinde, los medios amanecieron llenos de lamentos de populares actores y músicos. Coincidían todos ellos en defender la Ley pero sin para ello dedicar una sóla línea a su concreto contenido. De este modo se limitaban a describir las calamidades que atraviesa la industria creyendo que así se daban también argumentos suficientes para defender la necesidad de esa Ley. En definitiva, la argumentación de por qué la Ley Sinde debió aprobarse se sostenía en la importancia del bien jurídico que pretende proteger y restándole tal importancia al medio para conseguirlo -esto es, a la propia Ley propuesta- que ni tan siquiera se hizo el menor análisis del mismo, como si la desesperación de la industria convirtiera en irrelevante la forma de solucionar el problema. La adhesión de ese sector de opinión al principio de que el fin justifica los medios pocas veces se ha expuesto con tal claridad y falta de pudor.

#5
Usted es un opositor de la Ley Sinde, ¿es que acaso cree que los músicos deben dedicarse a vivir del aire?
La trampa argumental que usted me plantea en su pregunta es lo que se llama falacia de la falsa dicotomía, muy popular ahora entre determinados miembros de la industria y del gobierno para argumentar a favor de la Ley Sinde.
Según la wikipedia esta falacia lógica "involucra una situación en la que se afirma que dos puntos de vista son las únicas opciones posibles, cuando en realidad existen una o más opciones alternativas que no han sido consideradas. Las dos alternativas son con frecuencia, aunque no siempre, los puntos de vista más extremos dentro de un espectro de posibilidades". En el caso de la Ley Sinde, la falacia de la falsa dicotomía ha sido la más utilizada por aquellos que la defienden, de modo que plantean en sus artículos dos opciones posibles, por un lado, la defensa de la Ley Sinde y por el otro la defensa de que los artistas desaparezcan. Con esta falacia lógicamente lo que se pretende es convencer a quien te lee de que debes apoyarles a ellos y a la Ley Sinde porque, si no lo haces, rápidamente quedarás ubicado en la otra opción, esto es, en la de un ser desalmado que quiere que los músicos se mueran de hambre. De este modo se expone una situación falsa en la que el mundo se divide, por un lado, en aquellos que defienden la Ley Sinde y, por el otro, aquellos que no tienen interés alguno en que los artistas vean remunerado su trabajo. Se plantean dos posturas extremas -y la Ley Sinde obviamente lo es- con la idea de que se escoja lo que consideran el mal menor, obviando conscientemente que en realidad hay una ampliar gama de grises y posibilidades entre esas dos posturas.
El mejor ejemplo de la falsa dicotomía -aunque el suyo es también de los buenos- lo expuso el periódico La Razón en su portada del día siguiente al reclazo de la Ley Sinde en el Congreso, donde podía leerse el titular "Ganan los piratas". Muchos objetaréis que el ejemplo no vale porque al fin y al cabo es la portada de La Razón y no es como si lo hubiera dicho un periódico de verdad, pero lo cierto es que no es el único ejemplo. Podemos encontrar más de lo mismo, por ejemplo, en el artículo que publicó Alejandro Sanz al respecto y en el que decía que con el rechazo a la Ley Sinde "se protege al pirata, al proxeneta de las canciones robadas (trata de blancas, de negras, fusas y semifusas), aquí y anteayer se votó para proteger el derecho del pirata a mantener su burdel musical abierto y se votó en contra del artista". O lo que es lo mismo, o se apoya la ley o se vota contra el artista. Falsa dicotomía. Por su parte, Javier Bardem, también colocó la trampa argumental que significa la falsa dicotomía al decir que "ya no hay ley que proteja al que se le ha robado. Ahora abraza al ladrón". O se vota la Ley Sinde o se abraza al ladrón. Lo dicho: una falsa dicotomía.

#6
hola david ¿con esta ley nos sera imposible bajarnos peliculas o musica? gracias un saludo antonio
La norma resultará del todo punto ineficaz a los fines que pretende. Creer que por cerrar páginas de enlaces -que carecen de todo contenido más allá de los propios links- significará acabar con las descargas es como pensar que eliminando el índice de la enciclopedia acabas con la enciclopedia. Los ciudadanos seguirán intercambiando archivos desde las redes P2P, que cuentan con sus propios buscadores. En menos de una semana se habrá encontrado un nuevo y, probablemente, más eficaz, modo de localizar los archivos que se desean intercambiar. Además es de prever que por cada página que se cierre se abrirán diez más haciendo inútil todo procedimiento.

#7
esta ley sera algo similar a lo que esta pasando en francia que controlan el contenido de archivos que pasa por tu conexion y si detectan que hay descargas te acaban cortando la conexion?
En absoluto. Con esta ley no puede cortarse la conexión de los usuarios que descargan.

#8
¿Qué opina de la dimisión de Álex de la Iglesia?
Es una persona coherente y con principios. Estaba a favor de la Ley Sinde hasta que notó que había algo que no le habían contado y decidió informarse mejor. Convocó una reunión con el único objeto de escucharnos y no una pantomima como la que organizó la Ministra de Cultura sentándose 20 minutos como una estatua de cera ante varios expertos que intentaron explicar a la madre de la criatura algo que probablemente ella ya conocía de su hijo pero que le daba igual. A De la Iglesia no le dio igual y su postura cambió en cuanto se interesó sinceramente en conocer la opuesta. Llegados a ese punto no había manera de seguir dando su opinión personal porque, por su cargo, su voz no le representa sólo a sí mismo. Entre callar lo que piensa por tener el cargo que tiene y dejarlo, ha preferido lo segundo. Con pocas personas me he topado en mi vida capaces de hacer algo así. He hablado personalmente con él varias veces sobre este asunto y puedo asegurar que no hay dobleces de ningún tipo. Es simple y pura ética, algo que levanta sospechas rápidamente en aquello que ya están demasiado acostumbrados a ver lo contrario. La lamentable endogamia de algunos colectivos suele castigar con dureza la discrepancia. Espero que no suceda así en este caso.

#9
¿Crees que llegará a España algún dia algún servicio como Netflix?
Según he podido leer en las noticias, sin poder confirmar por tanto que sea absolutamente cierto, el principal problema de Netflix en España es que los gastos en derechos de propiedad intelectual en este país son de entre 2 y 3 veces mayores que en otros países como Francia o Alemania. De ser cierto que éste fuera el obstáculo, sería una prueba más de que la industria está haciendo esfuerzos especiales dirigidos a su propia autodestrucción.

#10
¿Por qué la industria no evoluciona y proporciona modelos de negocio basados en la red, tal como Spotify, Netflix, Hulu? Si está claro que es la solución, ¿qué les impide adoptarla?
Es absolutamente incomprensible. Recuerdo que en la reunión que tuvimos con Álex de la Iglesia y otros representantes de la industria de los contenidos, les comenté que percibía que todos estábamos de acuerdo en una cuestión esencial: que el intercambio de archivos es una realidad imparable. Teniendo eso en cuenta, yo no entendía, y sigo sin entender, por qué ese empeño en seguir hablando y lamentando una cuestión que, te parezca bien o mal, es simplemente irresoluble. La única cuestión que sí puede tratar de resolverse es la correspondiente a la remuneración de los titulares de derechos, ya sea con un cambio en los modelos de negocio como los que usted menciona, o con otro tipo de propuestas como la Licencia General Opcional (LGO) que se planteó en su día en Francia y que partía de un principio básico: lo que es disfrutado por todos debe ser sostenido por todos.

#11
¿Cerrarán páginas de enlaces como SeriesYonkis o Cinetube? En el caso de ser así, ¿qué órgano gestor se encargará de decidir su ilegalidad? Muchas gracias.
Curiosamente la industria ya ha solicitado el cierre de Cinetube cautelarmente. Sin éxito, porque se trata de una web de meros enlaces y, por lo tanto, no infringe derecho alguno de propiedad intelectual. Con la Ley Sinde probablemente la Comisión cerrará webs semejantes a Cinetube, pese al criterio sostenido por los jueces desde hace años.

No os perdáis esto:



:D

No lo vas a tener tan fácil, "querida" dictadora de vocación... ;-)

sábado, 6 de febrero de 2010

El Copyleft como superación del Copyright: Permitido copiar

Nota previa: Este artículo fue escrito por Javier de la Cueva, abogado especialista en la defensa del Copyleft, y publicado en el número de abril de 2009 en la revista Abogados del Consejo General de la Abogacía Española.


El contexto

Cuando el Derecho diseñó las reglas de propiedad y posesión lo hizo teniendo en cuenta la naturaleza del bien regulado. Así, se diferenciaron tres sistemas según el bien fuese inmueble, mueble o semoviente, señalando nuestro Código civil con respecto a un enjambre de abejas que el propietario pierde la titularidad del mismo si deja de perseguirlo durante dos días y, con respecto a las palomas, conejos o peces, que su propiedad pasará al dueño del nuevo criadero siempre que no se produjese un reclamo mediante artificio o fraude.

En el siglo XX aparece un nuevo bien, consistente en una lista más o menos larga de unos y ceros, al que se le denomina archivo digital. Se diferencia de los bienes tradicionales por las siguientes características: su transmisión no implica la desposesión del anterior titular; sus componentes no son átomos, sino unos y ceros; su copia puede hacerse a un coste despreciable y, en la actualidad, su distribución es instantánea desde su origen hasta todos los puntos del globo. Así pues, los bienes digitales son mucho más líquidos que los enjambres de abejas o las bandadas de palomas.

La existencia de estas listas más o menos largas de unos y ceros ha revolucionado el Derecho, que no sabe todavía qué hacer con ellas. Hay listas que tienen como función la de servir de aplicaciones (software) mientras otras simplemente contienen datos que para poder ser aprehendidos deben nutrir una aplicación. A su vez, estos datos pueden consistir en textos (incluyendo los números), audio o imágenes (incluyendo el vídeo, por ser una sucesión de imágenes). Estos son los elementos nucleares de la actual revolución tecnológica: listas de bits que funcionan como aplicaciones, listas de bits que funcionan como datos, aparatos que copian las listas y cables u ondas entre los aparatos. No hay más. Ni menos.

El problema que se ha encontrado esta tecnología es doble. Por una parte, atenta contra un muy estimable porcentaje del producto interior bruto de los Estados Unidos, representado por la industria del entretenimiento, ya que elimina el monopolio de la copia y de los canales de distribución antes en manos únicamente de la industria. Por otra parte, esta tecnología dota a los ciudadanos de canales de comunicación que pueden retar al modelo actual de poder político construyendo sistemas de transparencia informativa antes sólo propiedad de unos medios de comunicación social con intereses comunes con el poder político de uno u otro bando.


El nacimiento del Copyleft

En este contexto, la regulación actual de la propiedad intelectual establece que el autor de una obra es soberano para decidir las condiciones de copia, comunicación pública, distribución y transformación de la misma. Salvo que expresamente se indique lo contrario, se presume que el autor se reserva todos los derechos. Esta presunción no casa bien con los bienes digitales, cuya vida se desarrolla dentro de máquinas de copiar. El mejor ejemplo lo encontramos en el botón de imprimir del navegador de Internet cuando entramos en una página web en la que se indica como licencia la estereotipada expresión "Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial...etcétera". Nada más fácil para vulnerar la ley que hacer un clic en dicho botón de imprimir y obtener una copia impresa. ¿Qué hacemos? ¿Obligamos por ley a que los navegadores de Internet no dispongan del botón de imprimir? ¿O mejor el Derecho debe rendirse a la evidencia y no intentar atentar contra la Física de los electrones?

Para evitar estas contradicciones a las que abocan unas normas dictadas desde los lobbies, durante los años 70 del siglo XX en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, uno de los líderes en premios nóbeles, nació el Movimiento Copyleft. Richard Stallman, enfadado por no poder controlar su impresora debido a que su driver era software privativo, escribió una aplicación de control y puso el código a disposición de los demás, determinando cuatro libertades que regían el uso de su obra: libertad de usar el programa sin restricciones, libertad para estudiarlo y adaptarlo a las necesidades de cada uno, libertad de redistribución y libertad para mejorarlo y publicar las mejoras. En 1984, estas cuatro libertades se cristalizaron jurídicamente mediante la redacción de la Licencia General Pública (GPL) y se aplicaron a un conjunto de programas de software que constituyó el primer grupo sistematizado de software libre conocido con el acrónimo recursivo GNU (GNU is not Unix) para diferenciarlo del software privativo Unix. Años más tarde, un estudiante finlandés de nombre Linus Torvalds escribió en 1991 y licenció bajo GPL un núcleo (el kernel) para manejo del hardware de los ordenadores y lo denominó Linux. Acababa de nacer el tándem GNU/Linux, que hoy constituye la escondida columna vertebral de Internet.

Este sistema libre dio el impulso global al Movimiento Copyleft, término que es un juego de palabras contrario al Copyright ya que el término "left" es ambivalente significando tanto "izquierda" como el participio del verbo abandonar, dejar, lo que puede ser entendido como "dejar suelta la copia". El Copyleft es una de las modalidades del Copyright pero frente al sistema tradicional de control de la copia y "todos los derechos reservados", el Copyleft instiga la circulación de la copia y promueve su mejora, lo que en definitiva no deja de ser una manifestación del método científico. Por otra parte, se diferenciaron dos conceptos de Copyleft: el primero de ellos es un concepto amplio, consistente en las obras en las que se permite su libre circulación; el segundo concepto es estricto, y es la cláusula seminal que se halla inserta en la GPL. Esta cláusula seminal indica que si se transforma una obra y el autor de la transformación desea, a su vez, redistribuir sus cambios, debe licenciar sus transformaciones también bajo GPL; esto es, no puede dar a los demás menos derechos de los que él recibió y de los que se aprovechó. De esta manera se garantiza que nadie "cierre" una obra.


La extensión del Copyleft a otras obras

Tras su implantación en el sector de la Informática, el Movimiento Copyleft comenzó a extenderse a otro tipo de obras, en este caso literarias, técnicas y artísticas, creándose otras licencias para protegerlas. Las más conocidas actualmente son las licencias Creative Commons que nacieron en el año 2002 de la mano del profesor de Derecho de la Universidad de Stanford (EE.UU) y fundador del "Center for Internet and Society" dependiente de dicha facultad Lawrence Lessig, reputada autoridad mundial en la disciplina del denominado Ciberderecho.

Las licencias Creative Commons constituyen un abanico de seis posibilidades desde la más restrictiva a la más libre y orquestan los permisos jugando con el uso comercial, la transformación de la obra y la cláusula Copyleft, con una única obligación: la de citar al autor original:

  1. Licencia "By": Atribución. La obra puede reproducirse, distribuirse o difundirse y permite obras derivadas.
  2. Licencia By-SA: By - Share Alike. Se permite la reproducción, difusión o distribución y la transformación, siempre que se licencie la obra derivada bajo la misma licencia.
  3. Licencia By-NC: By - Noncommercial. (Atribución - uso no comercial). Se permite la reproducción, distribución o difusión y obras derivadas siempre que no sea con fines comerciales.
  4. Licencia By-ND: Attribution No Derivatives. (Atribución - no transformación).Se permite todo uso de su obra incluso comercialmente pero no permite obras derivadas.
  5. Licencia By-NC-SA: (By - Share Alike - Noncommercial). (Atribución - igual licencia - uso no comercial). Se permite la reproducción, difusión o distribución y la transformación, siempre que se licencie de igual manera y que no sea con fines comerciales.
  6. Licencia By-NC-ND: (By - No Derivatives - Noncommercial). Se permite la reproducción, la difusión o distribución pero no la transformación y siempre que no sea con fines comerciales.

Recepción jurisprudencial en España

La judicatura española está en la cabeza mundial en el reconocimiento judicial del Copyleft y no por casualidad. Veamos cómo se gestó todo:

Previendo lo que después sucedería, Defunkid, líder de un grupo musical llamado lamundial.net, ejerció en el año 2005 frente al Subdirector General de la Propiedad Intelectual un derecho constitucional de petición en el que "inocentemente" le preguntaba cómo podía cobrar el canon que por él recaudaba la SGAE sin necesidad de maridarse con dicha institución puesto que, al ser un autor Copyleft, no estaba de acuerdo en someterse a tal entidad. La respuesta del Subdirector General no daba ninguna solución pero sí citaba el término Copyleft. Ese derecho de petición fue incorporado como prueba documental en el juicio oral interpuesto por la SGAE contra Ladinamo, una asociación cultural cuyo objeto asociativo es el de la difusión de obras bajo Copyleft. El resultado del litigio, en el que el letrado de la SGAE llegó a argumentar que era ilícito descargar archivos musicales de Internet, no dio lugar a dudas: un autor es soberano sobre su obra y si éste quiere utilizar Internet como medio de difusión, está en su derecho. Habiendo demostrado que todas las obras usadas por Ladinamo eran de autores Copyleft, ésta quedó absuelta de la demanda de la SGAE y se introdujo el término Copyleft por primera vez en la jurisprudencia mundial, en la sentencia de fecha 2 de febrero de 2006 del Juzgado de lo Mercantil nº 5 de Madrid.

Tras dicha sentencia, vinieron muchas más, siendo las más notorias las del Juzgado de Primera Instancia nº 4 de Salamanca, de 11 de abril de 2007 y de la Audiencia Provincial de Madrid, sección 28, de fecha 5 de julio de 2007. Las consecuencias de las resoluciones son entre otras que si un establecimiento demuestra que el repertorio utilizado es Copyleft, no ha de pagar a la SGAE, pues no deja de seguir la petición de aquellos autores que lo que pretenden es la difusión de su obra y eludir las condiciones impuestas por los canales de distribución pertenecientes a la industria.

Se le ha reprochado falazmente al Movimiento Copyleft que con el sistema de libre copia y transformación no hay riqueza, ni cultura ni se desarrolla el talento. Sin embargo, nada más fácil para contradecir la anterior argumentación que la propia profesión jurídica: las normas y las resoluciones judiciales están exentas de propiedad intelectual y desde el Código de Hammurabi, la profesión jurídica vive de copiar la última resolución y la última norma. Y si no copiamos y recombinamos correctamente lo copiado, estaremos siendo negligentes. La profesión jurídica es la primera "copyleftera" y así de bien lo entendió el magistrado Ilmo. Sr. D. Alberto Arribas Hernández en el caso Ladinamo, como también entendió que esto es imparable: el servidor web de la SGAE es un Apache, esto es, Copyleft.


Cortesía de Comando Alcantarilla

Página web Fundación Copyleft: http://fundacioncopyleft.org/es