Fachas defendiendo los ataques israelíes haciendo referencia a ataques preventivos. Lógico, quizás yo tenga que matar a mi vecina, para prevenir que no me mate ella a mí.
Garrulos que para defender la tauromaquia llenan su boca y vacían su cerebro al asegurar que si un toro te ve en el prado probablemente te mate. Garrulos que supongo estarán a favor de los citados ataques preventivos con los que tantas aberraciones pretenden justificar. Garrulos incapaces de defender más de una causa al mismo tiempo y que presuponen que a los antitaurinos no nos interesan los derechos humanos que ellos mismos menosprecian por ser habitualmente fachas que pretenden hacer desaparecer los derechos de homosexuales e inmigrantes. Garrulos cuyos argumentos se basan en la libertad de quitarle la libertad a otro ser.
Un Mundial de Fútbol, cuyo cínico lema es Celebremos la humanidad de África y que según muchos alegra y une a la gente, celebrado en un continente en el que más de 11 millones de niños al año no llegarán a los cinco años de vida por culpa de la desnutrición y más de 12 millones de niños menores de 15 años perderán a sus padres por culpa del SIDA, una enfermedad que hoy en día es crónica y no mortal. Que les hablen de humanidad, alegría y unión a todas esas víctimas cuando los seguidores del Mundial, al que se destinan 540 millones de euros sólo para los emplazamientos de los partidos, van a ser indirectamente sus verdugos al contribuir a su aislamiento, agonía y muerte por permitir que ese dinero se destine a un juego y no a la salvación de todo un continente.
Un activista de la ONG Igualdad Animal declaró lo siguiente:
"Si realmente el número de individuos que compone una población fuese motivo que justificase su matanza, los humanos deberían ser las primeras víctimas de tal absurdo criterio que los cazadores esgrimen"
Defiendo los derechos individuales, independientemente de su especie. Es por ello, y no hay ninguna contradicción en lo que digo, que apoyo a la Iglesia de la Eutanasia, con un único mandamiento: “No procrearás.” Hay quienes se la toman a broma al igual que hay quienes se la toman demasiado en serio, sin captar su ironía, pero lo cierto es que cientos de niños nacen cada segundo y poco falta para que lleguemos a los 7000 millones de personas, de los cuales un altísimo porcentaje sólo vendrán a este mundo para sufrir y agonizar mientras que la gran mayoría del resto lo harán para practicar el sufrimiento y la agonía de todos los individuos que se encuentren por debajo si hablamos de poder y por encima si hablamos de ética. Sobramos. Nuestra población es insostenible al mismo tiempo que hace caer a poblaciones de otras especies y al mundo en el que de momento estamos obligados a vivir. Hasta que no lo aceptemos no seremos capaces de sacar a la luz la belleza y bondad humanas que también existen.
Adoro los oxímoron como figura literaria, así como la violencia en la música, la literatura y el cine de terror. ¿Existe alguien más aparte de mí capaz de diferenciar realidad de ficción? Y paradójicamente, un mundo esquizofrénico que se considera a sí mismo como sano sigue diagnosticando esquizofrenia y trastornos bipolares a individuos inteligentes y creativos que se desmarcan de la anormal norma, primer oxímoron de buen gusto que aparece en este texto
Lo dicho. Sobramos en gran cantidad...