Llevadme con vosotros para sentirme integrado en una comunidad que se
ama y que odia al resto de la sociedad. Como vosotros, tengo tatuada sobre mi negra pupila una cruz roja y blanca de sangre y semen. Bellos cuerpos expulsados del
Edén que han creado el suyo propio. Las seductoras agujas me producen
una tranquilidad que la incertidumbre de un mundo que no entiende de
individuos anula día tras día, minuto tras minuto. Vivís sin miedo a la
muerte, a lo que tanta gente aspira. El tiempo carece de sentido. Todo
entre vosotros es amor, materializado en los fluidos, orgánicos o
sintéticos, que compartís generosamente. Tras la polla, la aguja.
Penetración sin descanso. Dejadme vivir en vuestra comunidad anarquista,
donde nadie tiene derecho a hacer daño a nadie ni de obligarle a nada.
En este lado del mundo la muerte siempre está presente. La muerte del
individuo, encajándolo donde más conviene o machacándolo poco a poco si
no encaja en ninguna parte. Cada mínimo acto burocrático se me presenta
como una inmensa montaña a escalar. Desatadme de la moral provinciana,
necesito una vida cimentada sobre la ética. Mi cuerpo está preparado
para recibir el acto de amor de bienvenida. Mi sangre está preparada
para formar parte de los ríos de vuestro Edén. Mi cuerpo había comenzado
ya a convertirse en hierro, dejando palpable la fuerza que me niegan,
pero yo no quiero vivir entre robots, ni siquiera con la intención de
hacerles frente. Carne y sangre es lo toda la vida he buscado
ansiosamente. Os la ofrezco voluntariamente, haced con ellas lo que más
conveniente consideréis. Me dejo caer a vosotros como vulnerable ser sin
género. Por favor, no me dejéis caer al suelo sin una mano que acaricie
la mía...
Ampliamente reconocido como uno de los fotógrafos americanos más importantes e influyentes de su generación, Larry Clark (Tulsa, Oklahoma, 1943) es conocido tanto por sus fotografías crudas y polémicas y sus, también polémicas, películas centradas en la sexualidad adolescente, la violencia y el consumo de drogas (Kids, 1995). Clark irrumpió en la conciencia pública con su histórico libro Tulsa en 1971, y ha seguido utilizando la fotografía para explorar urgentes problemas sociales relacionados con la cultura juvenil. En particular, está interesado en la investigación de los peligros y la vulnerabilidad de la masculinidad adolescente, que a menudo se explora desde una perspectiva autobiográfica. ¿Alguien duda de dónde proceden esa vulnerabilidad y esa violencia? Se llama Tierra y es un planeta poblado por mamíferos comportándose como insectos mecánicos que, presuntuosamente, utilizan el término universal para designar a aquello que es de alcance planetario. Pero nunca podréis entrar en nuestros universos sin que vuestras antenas diseñadas para manipular el Tiempo ardan convulsivamente ante la inmensidad de nuestro Espacio. Aún tenéis a Larry Clark para rato...