
Si el mes pasado le dediqué una entrada al libro Sexo y marginalidad: Emigración, mercado de trabajo e industria del rescate de Laura María Agustín, esta vez se la dedico a otra de las obras cumbres en defensa del trabajo sexual escrito por Beatriz Espejo, la fundadora del Col·lectiu de Transsexuals de Catalunya (Colectivo de Transexuales de Cataluña, CTC), publicado en 2009, el mismo año que la obra antes mencionada. Se trata de una joya del feminismo no manipulado y totalmente alejado del actual "feminismo" hegemónico del que considera que defiende los mismos valores que el patriarcado y el machismo más recalcitrante, una obra que sin utilizar un vocabulario academicista y a veces incluso vulgar, para nada carece de profundidad. Utilizando conceptos de la teoría queer que todavía no estaba tan extendida como ahora y defendiendo una visión del feminismo que incluye a toda persona que ha sufrido la opresión machista independientemente de su sexo o género, se trata de una obra que gira en torno a la defensa de la autogestión de la propia sexualidad.
"La
palabra puta se ha utilizado para estigmatizar las decisiones del
género mujer. Puta era un término para domesticar y ofender. Y las
mujeres se ofendieron y domesticaron. Sin embargo, la definición de
puta, su significado real, es inversamente proporcional a la ofensa
que se pretende. No hay nadie más libre que quien vive su sexualidad
como le dé la gana. Por lo tanto, quienes eso hacemos, encajamos en
la definición de puta y, además, transgredimos el significado que
daba sentido a ese término. Significa
que como no ofende quien quiere... ya no pueden ofendernos. Y, al
contrario, como hemos decidido no someternos a la estigmatización,
son ellos los ofendidos. (...) Significa
que presumir de tu sexualidad y autodenominarte puta es agredir al
machismo. Significa que el término les devuelve la estigmatización
en forma de escupitajo."
"Pretendo
liberar a toda mujer, hombre, ambigua-o, homo, transex o bicho
viviente que esté afectado por la estigmatización, la vergüenza,
la persecución, el chantaje emocional,
la
intromisión ajena y un largo etcétera de violencias ejercidas desde
la persecución sexual, la moral de entrepierna y cualquier lacra
derivada del determinismo repugnante y homogeneizador de la
sexualidad humana."
"Nuestro
sexo nos pertenece y hemos de disfrutarlo, instrumentalizarlo,
negociarlo, aburrirlo, alabarlo, ostentarlo, esconderlo, ignorarlo,
explotarlo o pasar de él."
"El
manifiesto puta es un homenaje a las grandes putas de todos los
tiempos; a las que cobran y las que no, a los homosexuales pobres,
promiscuos o sencillamente libres —putos al fin y al cabo—
perseguidos
por regímenes machistas en los que otros homosexuales reprimidos y
mezquinos se ceban con violencia amparados en el complejo de machos.
Es
un homenaje a las Mujeres con mayúsculas, a las Transexuales con
mayúsculas, las Inmigrantes con mayúsculas, a cualquier estereotipo
femenino, masculino o singular de persona con mayúsculas que ha
decidido no vivir con la cabeza agachada. Y, al contrario, pretendo
denunciar los excesos de quienes se oponen a nosotras las putas. La
hipocresía moral de entrepierna. La instrumentalización de
gobiernos, asociaciones de proxenetas, religiones, falsas feministas,
marujos
y marujas domesticados y sumisos en el sistema y que nos contemplan,
a las putas libres, con desdén o condescendencia malsana. ¡Y los
políticos! ¡Esos políticos y sus eternas cagadas...!"
"Llamemos
al pensamiento desprogramado pensamiento PUTA, por todo lo que tiene
de libertario y susceptible de promiscuidad, base al fin y al cabo de
la construcción del individuo como sujeto pasivo y fiel a las
reglas."
"No
existe nada menos estereotipado, y por tanto sexualmente antisistema,
que permitirse ser uno mismo."
"El
pensamiento PUTA se opone al pensamiento BORREGO por todo lo
deconstructor de los estereotipos y por el enfrentamiento a las
normas que han dictado quienes construyen las sociedades a base de
aborregar al ser humano."
"PUTA
= lista MARUJA MOJIGATA = inculta sexual, ergo, tonta del culo. (...)
La cultura hiperproteccionista sobre el sexo de la mujer es un arma
envenenada de catastróficas consecuencias. Sobre el conocimiento o
el desconocimiento sexual se construyen las relaciones ulteriores que
condicionan toda nuestra existencia. Es por lo tanto mucho lo que
está en juego."
"Es
la guerra, cariño, pero mil veces mejor puta que gilipollas decente.
En realidad lo decente es ser prostituta, o puta, en su defecto. Lo
indecente es pasarse la vida haciendo la estúpida, contemporizando
con el machismo pro castración psicológica."
"Porque
no cabe duda que en la construcción social del individuo, el
prejuicio es algo que va intrínsecamente unido al proceso de
socialización tal y como lo conocemos. Por lo que respecta a la
construcción del género, como en el desarrollo de las facultades
sexuales, se han utilizado determinadas cuestiones biológicas para
establecer líneas divisorias de conductas polarizadas y tribales. En
su origen, los roles y la construcción de género necesitan, por
tanto, el prejuicio, y para que este quede acrisolado necesita la
colaboración activa de cada uno de sus actores, o como mínimo, de
la mayoría. Así se empieza por construir el género y los roles
sexuales, que, inevitablemente, quedarán marcados por la
conveniencia de quienes dominan la situación y por la impronta de
sus intereses. Es constatable que la concepción de género y
sexualidad varía según la época y el contexto. Hombres, mujeres,
homosexuales, heterosexuales son en realidad arquetipos construidos
en base a la conveniencia social."
"Lo
gracioso es comprobar cómo, en la medida en que la mujer acapara
poder, esgrime argumentos sobre la dignidad femenina en sentido
castrante y patriarcal en que ha sido educada."
"Cada
vez que oigo a tantas mujeres disertar sobre la supuesta utilización
sexual que los hombres hacen de otras mujeres que no son ellas, la
imagen que me viene es la de un eunuco asexuado, enfermo y
acomplejado por sus carencias, e indignado por el placer que otros
individuos experimentan. Es cruel expresarlo así, lo sé. Pero
seamos serios, no se puede pretender la liberación femenina desde la
represión sexual y la fidelidad patriarcal al molde que el machismo
ha creado de la dignidad femenina."
"En
el esquema sociopolítico la sexualidad deja de ser una posesión del
individuo y pasa a ser propiedad del Estado."
"Estado
y religión son aliados destinados a gobernar al individuo y, por
tanto, su sexualidad. Estado y religiones forman parte de la misma
estructura jerarquizada y piramidal en la que el individuo está
destinado a servir a una elite. En contra de lo que se nos dice desde
la jerarquía, el servicio que el Estado presta al individuo es
irrelevante en comparación con el que el individuo ha de prestar al
Estado. Referente a la libertad sexual, eso se traduce en la
persecución explícita de todo aquello que no es instrumentalizable,
y una homologación en lo que sirva al mercado y, por tanto, a su
mantenimiento jerárquico y piramidal. Dicho de otra forma, Iglesia y
Estado se erigen en proxenetas de la ciudadanía en lo que respecta
al sexo previamente domesticado y a todo lo demás."
"La
forma de garantizar que el sexo individual sea controlado por el
Estado es creando mecanismos de control en todos los ámbitos
sociales. Para eso se instaura la polarización del género en base a
las diferencias fisiológicas de los individuos, se garantiza un
sistema reproductor concreto que favorezca los intereses comunes y se
persigue aquello que no tiene una utilidad práctica para el bien
común. Por eso se fomentan los prejuicios negativos y positivos, que
no son sino vulgares juicios de valor sobre los deseos, necesidades y
anhelos humanos. LOS PREJUICIOS servirán para perpetrar sangrientas
persecuciones, establecer leyes de dominación e instaurar un
colonialismo sobre la vida del individuo, que es desprovisto así de
criterio personal. De este modo se forja la sexualidad obligada y los
moldes en los que los ciudadanos habremos de encajar."
"En
los países del mal llamado primer mundo, el sexo como principio
alimenticio tiene muchas caras. Así pues, se dan demasiadas
situaciones radicalmente diferentes, y un amplio espectro de mujeres
que se benefician de ello, o que, por el contrario, son explotadas."
"La
puta feminista es un arquetipo que la estructura machista en la que
vivimos debe reprimir y los hombres y mujeres que ostentan ese poder
nos temen, desprecian u odian. Sienten, con razón, que los
estereotipos idílicos de sumisión y adoctrinamiento castrante en el
que nos miramos se resiente."
"La
simple idea de proteger y alimentar el pensamiento puta hace temblar
los cimientos del patriarcado. Y ello incluye a muchas mujeres que se
denominan liberadoras, empeñadas en conducirnos por la senda lineal
ya transitada de la castrante dignidad femenina."
"Claro
que en el fondo, y a decir verdad, tampoco a estas feministas
abolicionistas les interesa que se acabe la prostitución, sino que
se precarice con la finalidad de tener gallinitas a las que
reinsertar y así poder vivir con subvenciones generosas a sus
asociaciones, vulgares parásitas como son de la prostitución
ajena."
"Pretender
perseguir la sexualidad con leyes no es sino legitimar auténticas
cazas de brujas femeninas, criminalizar, envilecer a la mujer y
negarle el derecho incuestionable de la supervivencia."
"El
feminismo ha logrado imponer —en parte— una lógica
deconstructora de los roles de género que oprimían al individuo. De
esta deconstrucción, y de su posterior aplicación en la vida civil,
se han beneficiado no pocas mujeres y a posteriori, en luchas
similares, homosexuales de ambos géneros, transexuales, etc. (...)
El feminismo ha logrado no pocas conquistas. No sólo es justo
reconocerlo, sino que además es una obviedad aplastante. Sin
embargo, todo movimiento, grupo social, organización o persona que
postula contra la opresión, a menudo arrastra la lacra de los
prejuicios en los que ha sido adoctrinado. (...)
Es
gracioso, por ejemplo, comprobar cómo a día de hoy presumen de
feministas mujeres que históricamente se han posicionado en contra
de casi todos los logros antidiscriminatorios. Tenemos por tanto
«ilustres feministas» que han sido asimismo fieles militantes de
sectores tan castrantes y machistas como los Legionarios de Cristo
Rey, la Falange, el Opus Dei, la Sección Femenina, etc. Tampoco pasa
desapercibido el papel de la mujer afianzándose en el patriarcado a
la vez que agente persecutorio de otras mujeres. Los regímenes
machistas persiguen la fidelidad femenina a lo que se considera digno
de mujer. El concepto feminista de «dignidad femenina» vinculada a
la entrepierna pone en práctica persecuciones sociales idénticas a
las utilizadas desde el machismo. (…) Este manifiesto servirá para
desenmascarar a las mujeres que se hacen pasar por feministas,
amparadas y cómplices, en un régimen que sigue persiguiendo a las
mujeres no homologadas de todo tipo, homosexuales, transexuales y
otros estereotipos alejados de protección social."
"Según
estas individuas, la mujer que cobra por sexo es instrumentalizada
por su partener. Por tanto, practicar sexo y beneficiarse
económicamente es igual a malo. Este criterio está lleno de lagunas
y contradicciones, en tanto se basa en un enjuiciamiento que da por
supuesto que determinado beneficio económico es igual a esclavitud.
Por un lado, tenemos que la esclavitud consiste en un régimen en el
que se trabaja sin beneficios económicos, salvo la manutención. En
ese sentido, el matrimonio tradicional encaja mejor en ese concepto."
"Las
cifras, según ellas: «95% de esclavitud sexual». El problema está
en que esas cifras son inventadas a partir de estimaciones hechas por
ellas mismas."
"Sobre
el concepto de «dignidad de entrepierna» de las individuas
abolicionistas, cabe constatar que es idéntico al concepto machista
defendido por los hombres. Al fin y al cabo, desde el machismo se nos
ha enseñado lo malo que es ser una puta.
Desde el machismo se
presenta al hombre como una víctima de sus impulsos sexuales, que no
puede reprimir, fruto de su pasión por las mujeres. Mujeres malas
como las putas que utilizan sus encantos en beneficio propio.
Desde
el «feminismo», el malo es el hombre que instrumentaliza a la mujer
para su propio placer y la convierte en objeto.
En
ambos casos se focaliza la atención en los deseos masculinos y se
invisibilizan los intereses de la mujer, la cual, desaparece como
sujeto de derecho."
"No
queda más remedio que afirmar que estas mujeres autoconsideradas
feministas se nutren del machismo y del patriarcado, pues al mismo
tiempo que denuncian supuestas instrumentalizaciones se sirven de los
prejuicios de género bipolar.
Mientras
se quejan del ejercicio del poder, ellas hacen lo propio con otras
mujeres a las que ningunean.
Mientras
dicen defender libertades, utilizan la estigmatización y fomentan
las cazas de brujas tradicionales.
Mientras
defienden la prohibición de la prostitución, olvidan que en los
países más machistas ya está prohibida por similares motivos.
Mientras
abogan por libertades supuestas, se indignan por aquellas que se
supone no son de su uso.
Mientras
defienden el «Nosotras parimos, nosotras decidimos» para justificar
el aborto, no les sirve el mismo criterio para la defensa de la
autogestión sexual.
Mientras
se quejan de que a la palabra de la mujer no se le concede
credibilidad, ellas hacen lo propio con otras mujeres que no
suscriben sus gregarias tesis de estereotipada dignidad."
"No
son liberadoras de la mujer sino moldeadoras de la mujer en base al
concepto estereotipado que demuestran tener del género y de la
sexualidad. (…) Las «Bernarda Alba» defienden tesis calcadas a
las de los sectores que quieren salvar a los homosexuales de la
homosexualidad, a las abortistas de la «criminalidad», etc. En esa
dinámica, es la fobia en estado puro la que se erige, y lo hace de
forma aplastante."
"No
nos engañemos, mientras del género se haga una interpretación
sectaria, bipolar y tribal, la discriminación, el dominio del otro,
el vampirismo emocional y una larga lista de mezquindades humanas
seguirán perpetuándose hasta el infinito."
"Todo
reprimido o reprimida tiene una doble cara, la de la persona que se
traga de forma sumisa lo que otros le hacen tragar y la del chivato
colaborador, hipócrita y beligerante convencido contra quien no se
ajusta y traga lo mismo que le toca tragar a él o ella. Es
inevitable, a menudo una víctima que contemporiza con la represión
y se desenvuelve dentro de ella, acaba siendo compañera del verdugo.
¡Lo he visto tantas veces! Así se explica, en parte, cómo se
perpetúan los prejuicios."
"La
experiencia de cualquier persona víctima de lo que sea, violencia,
accidentes, etc., puede aleccionar y ser instructiva en lo que a la
prevención de situaciones de riesgo se refiere, pero no para sentar
cátedra sobre los modelos de conducta a los que deberemos fidelidad.
Recibir lecciones de libertad sexual de quien ha adquirido una
aversión al sexo —aun justificada— es tan ridículo como recibir
lecciones de aviación de quien tiene fobia a los aviones.
Sentar
cátedra sobre la vida del prójimo es algo demasiado habitual; al
hacerlo, la mayor parte de las veces no podemos evitar dejar
constancia de aquello que nos inquieta, de nuestra visión del tema.
Cuando describimos una situación que no es la nuestra, en gran
parte, hablamos de nosotros mismos."
"Defienden
que «casi quinientas mil mujeres están obligadas a ejercer la
prostitución en nuestro país». La cifra que se daba desde la
Comunidad Europea, hace poco, hacía referencia a la misma cantidad
en Europa. Qué pasa entonces... ¿están todas las víctimas de la
prostitución en nuestro país?"
"El
discurso abolicionista tiene su réplica en las asociaciones de
mujeres, putas y prostitutas a favor de la prostitución. Denuncian
que las abolicionistas no buscan solucionar ni aportar nada
positivo."
"Es
obvio que las abolicionistas sólo persiguen una caza moral contra un
estereotipo sexual que no comparten. Y, como en las cosas morales que
otros grupos también defienden —por ejemplo la Iglesia—, los
primeros que no son coherentes y no creen en lo que defienden son los
mismos implicados. Como veis, estas mujeres se lían en circunloquios
argumentales de una bajeza intelectual que ofende, especialmente a
las prostitutas, depositarias de tanta basura prejuiciada. (...)
Dicho de una forma más simbólica: están demasiado acostumbradas a
cortarle el pie a la realidad para que encaje en la horma de su
zapato, cuando la libertad exige zapatos nuevos que no aprieten el
pie."
"No
es la defensa de nada, y menos de la libertad, lo que se percibe en
los dogmas supuestamente mesiánicos de las abolicionistas. Es la
pura animadversión lo que motiva la abolición o ablación de las
putas. Es la castración femenina, y no la liberación, el objetivo
que se quiere conseguir."
"Presentar
a la mujer como sujeto pasivo y necesitado de protección no sólo no
es suficiente, sino que resulta perverso a la larga, pues esa
cuestión (violencia de género o doméstica) sólo puede atajarse
con otros modelos femeninos no supeditados y, por tanto, más
liberales. De lo contrario, seguirá habiendo víctimas hasta el día
del juicio final."
"Los
asesinatos de prostitutas quizá nos pongan sobre la pista de cómo
la sociedad transige, y es cómplice de ella, en la violencia contra
las mujeres que no nos adaptamos al rol sexual que se espera de
nosotras. Porque no genera la misma alarma social el asesinato de una
chica convencional que el asesinato de una prostituta. Existe en el
imaginario popular la convicción sexual de que la mujer es
depositaria de agresiones. Tal lógica quedaba plasmada de forma bien
gráfica con la famosa sentencia de la minifalda, en la que un juez
exculpó a un acosador sólo porque la agredida llevaba minifalda y
era sexy. Y una mujer sexy, cuando dice que no, en realidad quiere
decir que sí. Esta es la lógica que se impuso y la agresión quedó
impune. (…) También algunos sectores «feministas» defienden
lógicas parecidas. Las agresiones sufridas por prostitutas les
sirven para arrimar el ascua a sus lógicas sobre lo que no debemos
hacer las mujeres. (…) El maniqueísmo de confundir el discurso
victimizando a toda prostituta por sistema al tiempo que se es
cómplice de persecuciones institucionales a las mismas fomenta la
violencia y la indefensión de putas y prostitutas."
"Lo
que convierte en feminista esta cuestión es la reivindicación de
algo perseguido y estigmatizado. Porque la dignidad, desde mi punto
de vista, no es otra cosa que encontrar satisfacción o conformidad
en tus decisiones personales. Poca dignidad existe en la tendencia a
renunciar a tus legítimos derechos con imposiciones ajenas. Y
todavía no he encontrado a nadie que me diga qué tiene de malo el
sexo, el dinero y la combinación de ambos. Las mujeres podemos
cobrar por sexo, pagar por sexo y hacer lo que queramos por sexo.
Esto es feminismo sexual en estado puro."
"El
machismo existe gracias a la fidelidad de género. Si no fuera así,
no estaría tan claro que es hombre o mujer. La infidelidad de género
en las trans supone una ruptura y una lucha contra un montón de
prejuicios. (...) Otra cosa que nos reprochan es que hemos tenido una
educación masculina y por tanto machista. Claro, no miran que ellas
han tenido una educación femenina mucho más condicionante y
machista, si no, no tendría sentido la lucha por la igualdad.
Además, no tienen en cuenta que las trans hemos luchado contra un
machismo ridiculizante de nuestra feminidad. En cualquier caso, no
somos las trans las únicas que defendemos la prostitución y la
promiscuidad, faltaría más, simplemente nos sumamos a una visión
sexualmente plural. No tiene lógica reivindicar el sexo-género como
algo que puedes cambiar de acuerdo con tu interés y a la vez
fomentar una lógica machista de sexualidad mojigata y
unidireccional."
"El
estigma del diferente
Imagina que sales a la calle y todo el mundo te
mira, de repente te preguntas... ¿qué pasa? ¿por qué me miran...?
Buscas en tu cuerpo y en tu compostura algo que te dé pistas sobre
la actitud de la gente, y no encuentras nada. Las miradas se tornan
en burla o desaprobación..., no te pasa nada, ni les has hecho nada,
tampoco estás en un escenario ni rodando una película. Alguien se
burla de ti..., y después alguien más. Al día siguiente se repite
la escena... y al siguiente... y empiezas a pensar que tan embarazosa
situación se perpetuará hasta que la razón ajena decida que debe
perpetuarse, hasta que lo que ven en ti, y que no sabes qué es, deje
de molestarles, y piensas que quizá nunca paren, que siempre estarán
ahí a la vuelta de la esquina esas miradas, esos reproches y
desprecios y piensas... ¿qué les he hecho? Y sabes que no es una
pesadilla, que es real. Y sientes cómo un escalofrío infinito
inunda tus entrañas. Y sabes que estás solo, que eres distinto, que
el vacío que te provocan los demás es el preludio de la desolación
que empieza a socavar tu existencia... Y sueñas que quizá, en algún
sitio, alguien te tienda una mano y descubra que eres inocente, tú y
sólo tú, y que los demás, que son el resto, por más que sean
legión, se equivocan."
"El
estigma por sexo, género, orientación o práctica sexual arrastra
océanos de desasosiego y vidas rotas, quebradas por la
incomprensión. Por eso es tan necesario reivindicar la diferencia,
la desestructuración de los arquetipos y la visibilidad de las
experiencias discrepantes de la normalidad, concepto inconcreto e
irreal cuando es diseccionado."
"—¡Horror...!
¿Qué es eso...? ¡Dos mendigas envueltas en una manta y pidiendo
dinero a los transeúntes...! ¡Serán descaradas...! Inmediatamente
llamó al 902.
—Ay,
señor agente, ¡qué apuro...! ¡Vengan rápido! Me agreden dos
mendigas criminales e incívicas en la puerta de mi casa, una casa
que está catalogada, no es justo. A los cinco minutos, Lupita
contempló cómo varios agentes la emprendían a porrazos con las
desdichadas.
«Suerte
que en el mundo queda aún gente como yo, dispuesta a luchas por la
utopía de un mundo mejor».
(se
trata de un relato de pseudoficción en el que se relata cuál es el
modus operandi de una militante «feminista» abolicionista de la
prostitución que se supone que se preocupa por la situación de la
mujer en una sociedad patriarcal, extensible al modus operandi de una
inmensa cantidad de «feministas» abolicionistas de la
prostitución)."
"La
infidelidad al rol sexual es concebido como un síntoma de puterío
por el machismo, y como una imitación negativa de la masculinidad
desde el «feminismo» hegemónico. Juicios de valor, en definitiva,
destinados a fomentar la fidelidad de la mujer al rol cultural
establecido."
"La
mujer sin complejos no se siente violentada ni agredida por otras
mujeres, por más que sean hipersexuales o Barbies; por otra parte,
las mujeres acomplejadas no soportan a otras que no encajan en su
perfil.
¿Hemos
de ser todas unas Barbies? Obviamente no, si no nos apetece.
¿Hemos
de ser todas unas machirulas con pelo en los sobacos? Tampoco, claro,
sólo si así lo deseamos.
Se
trata simplemente de moldearnos a nosotras mismas atendiendo y
positivizando nuestros deseos. Podemos ser hipersexis o machirulas.
Podemos ser gordas felices a quienes no les molestan las flacas.
Podemos ser eunucos sin interés por el sexo y no sentirnos agredidas
por las ninfómanas y sus orgías. Podemos ser bellas siendo feas y
feas sin ganas de ser bellas. Podemos aspirar a tener la cara
estirada y llena de botox o estar arrugadas como pasas. Todo puede
ser, cualquier cosa. El respeto hacia las demás pasa inevitablemente
por el respeto que sentimos por nosotras mismas y nuestra identidad.
Elaborar discursos sociales en los que la mujer se enfrenta a sus
complejos y limitaciones de sexo-género y busca estrategias
positivas y enriquecedoras ayuda a generar una cultura más plural,
compleja y positiva, en la que todas somos deseables y capaces.
También ayudaría a acabar con actitudes gremiales, dogmáticas y
sectarias sobre cómo hemos de ser las mujeres y cómo debemos
comportarnos."
"El
hombre —supuestamente el género triunfante— está
inevitablemente plagado de complejos. El machismo le afecta
negativamente casi tanto como a los otros géneros discriminados.
(...) en el proceso de masculinización, cualquier atisbo de
ambigüedad sexual es condenado hasta la saciedad. Los hombres no
promiscuos, los homosexuales, los afeminados o sospechosos de
transexualidad posterior son condenados en el imaginario machista.
(...) En el hombre, su hipermasculinidad, su papel activo y su
supuesta generosidad sexual como bien obligado acarrea como efecto
colateral los complejos de quienes no dan la talla. (...) Castración
para la mujer, generosidad heterosexual para el hombre, a grandes
rasgos sería el esquema por el que se rige la sexualidad y la
construcción de los géneros y por tanto el molde torturador de
quienes no encajamos, bien porque no podemos o bien porque no nos da
la gana."
"La
filosofía queer reivindica la deconstrucción de los géneros tal y
como están entendidos. Y es obvio que ha hecho falta cambiar
costumbres con la finalidad de que tanto los roles como el mismo
concepto bipolar hombre-mujer no fuesen tan asfixiantes. (...) No
hace falta fijarse demasiado en el panorama actual para observar que
el concepto de género es más híbrido de lo que era. Así pues,
tenemos un amplio abanico de masculinidades y feminidades. Grados
distintos de interpretarse a uno mismo y una misma.
No
es lo mismo ni se parecen: Michael Jackson, Arnold Shwarzenegger, el
canta Falete, o Jose María Aznar. Y en teoría son hombres.
En
el mundo femenino ocurre lo mismo: Alaska, Ana Botella, Pamela
Anderson o KD Lang son algunos exponentes de la elasticidad del
género hoy en día.
Porque,
¿dónde acaba un género y empieza otro? (...) La construcción
social bigénero está tan asimilada, que las situaciones que provoca
rayan en el esperpento y no nos damos cuenta. (...) Porque en el
fondo, ¿qué define de una persona la palabra mujer u hombre?,
apenas nada si ese término no incorpora más datos. (…)
¿He
mencionado más arriba que no se gana en libertad con leyes
impositivas sino abriendo puertas? Pues lo reitero."
"El
debate transexual existe porque la transexualidad existe. La
progresiva aceptación de los y las transexuales ha obligado a
replantear el debate en otros términos menos sexistas y catetos. En
la medida en que el género se democratiza con sentencias, leyes y
logros transexuales en positivo, la exhibición de prejuicios se
revela como algo injustificado. (...) Las transexuales —por ahora
sólo hablaré de las...— hemos presentado mil batallas en
reivindicación de nuestra identidad. Para ello no ha quedado más
remedio que hacerse entender desde un discurso parecido al bipolar
hombre-mujer; nos dicen que sólo hay hombres y mujeres, y nosotras
nos hemos defendido como mujeres. La oposición surge desde los
sectores conservadores, los cuales ya hace tiempo que nos
consideraban homosexuales afeminados. (...) La homofobia y la
transfobia tienen ese sustrato. Y tanto da si se trata de un gay o
una transexual, la estigmatización y la persecución han estado
aseguradas."
"Mientras,
la neurología descubre en el hipotálamo la BSTc., un área que,
según ellos, determina el origen físico de la personalidad
transexual. Por tanto, no se trataría de un trastorno mental, sino
de un trastorno físico de intersexualidad, según ellos. (...)
Siempre, eso sí, el calificativo de trastorno por delante, no vaya a
ser que se les desmonte el bigenerismo al dar carta de normalidad a
las divergencias de género y las sociedades acaben convirtiéndose
en multigéneros. Y es que legitimar de alguna forma la pluralidad de
sexo-género sigue siendo una pesadilla para todo individuo
convencido e integrado. Se imponen, por tanto, las clasificaciones
patologizantes como fórmula de preservar lo supuestamente auténtico
—el bigenerismo— de lo sospechosamente falso, las conductas o
fisiologías de género cruzado."
"Transexuales,
putas, bolleras y maricones somos una gran familia, a veces no del
todo bien avenida, que históricamente hemos soportado batallas
comunes en las que a menudo hemos sido derrotados."
Beatriz
se ha centrado en las falsas feministas abolicionistas porque
defienden los mismos moldes y valores asociados que los patriarcales.
Como en el feminismo queer, el género es una forma de homologación
de los patrones. Y ya que de un supuesto manifiesto se trata, este es
el Manifiesto Puta de Beatriz Espejo propiamente dicho, de su puño y letra o escaneado
al pie de la letra, lo mismo da que da lo mismo.
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