lunes, 4 de enero de 2021

Fragmentos de "Manifiesto Puta" de Beatriz Espejo


Si el mes pasado le dediqué una entrada al libro Sexo y marginalidad: Emigración, mercado de trabajo e industria del rescate de Laura María Agustín, esta vez se la dedico a otra de las obras cumbres en defensa del trabajo sexual escrito por Beatriz Espejo, la fundadora del Col·lectiu de Transsexuals de Catalunya (Colectivo de Transexuales de Cataluña, CTC), publicado en 2009, el mismo año que la obra antes mencionada. Se trata de una joya del feminismo no manipulado y totalmente alejado del actual "feminismo" hegemónico del que considera que defiende los mismos valores que el patriarcado y el machismo más recalcitrante, una obra que sin utilizar un vocabulario academicista y a veces incluso vulgar, para nada carece de profundidad. Utilizando conceptos de la teoría queer que todavía no estaba tan extendida como ahora y defendiendo una visión del feminismo que incluye a toda persona que ha sufrido la opresión machista independientemente de su sexo o género, se trata de una obra que gira en torno a la defensa de la autogestión de la propia sexualidad.

"La palabra puta se ha utilizado para estigmatizar las decisiones del género mujer. Puta era un término para domesticar y ofender. Y las mujeres se ofendieron y domesticaron. Sin embargo, la definición de puta, su significado real, es inversamente proporcional a la ofensa que se pretende. No hay nadie más libre que quien vive su sexualidad como le dé la gana. Por lo tanto, quienes eso hacemos, encajamos en la definición de puta y, además, transgredimos el significado que daba sentido a ese término. Significa que como no ofende quien quiere... ya no pueden ofendernos. Y, al contrario, como hemos decidido no someternos a la estigmatización, son ellos los ofendidos. (...) Significa que presumir de tu sexualidad y autodenominarte puta es agredir al machismo. Significa que el término les devuelve la estigmatización en forma de escupitajo."

"Pretendo liberar a toda mujer, hombre, ambigua-o, homo, transex o bicho viviente que esté afectado por la estigmatización, la vergüenza, la persecución, el chantaje emocional, la intromisión ajena y un largo etcétera de violencias ejercidas desde la persecución sexual, la moral de entrepierna y cualquier lacra derivada del determinismo repugnante y homogeneizador de la sexualidad humana."

"Nuestro sexo nos pertenece y hemos de disfrutarlo, instrumentalizarlo, negociarlo, aburrirlo, alabarlo, ostentarlo, esconderlo, ignorarlo, explotarlo o pasar de él."

"El manifiesto puta es un homenaje a las grandes putas de todos los tiempos; a las que cobran y las que no, a los homosexuales pobres, promiscuos o sencillamente libres —putos al fin y al cabo— perseguidos por regímenes machistas en los que otros homosexuales reprimidos y mezquinos se ceban con violencia amparados en el complejo de machos. Es un homenaje a las Mujeres con mayúsculas, a las Transexuales con mayúsculas, las Inmigrantes con mayúsculas, a cualquier estereotipo femenino, masculino o singular de persona con mayúsculas que ha decidido no vivir con la cabeza agachada. Y, al contrario, pretendo denunciar los excesos de quienes se oponen a nosotras las putas. La hipocresía moral de entrepierna. La instrumentalización de gobiernos, asociaciones de proxenetas, religiones, falsas feministas, marujos y marujas domesticados y sumisos en el sistema y que nos contemplan, a las putas libres, con desdén o condescendencia malsana. ¡Y los políticos! ¡Esos políticos y sus eternas cagadas...!"

"Llamemos al pensamiento desprogramado pensamiento PUTA, por todo lo que tiene de libertario y susceptible de promiscuidad, base al fin y al cabo de la construcción del individuo como sujeto pasivo y fiel a las reglas."

"No existe nada menos estereotipado, y por tanto sexualmente antisistema, que permitirse ser uno mismo."

"El pensamiento PUTA se opone al pensamiento BORREGO por todo lo deconstructor de los estereotipos y por el enfrentamiento a las normas que han dictado quienes construyen las sociedades a base de aborregar al ser humano."

"PUTA = lista MARUJA MOJIGATA = inculta sexual, ergo, tonta del culo. (...) La cultura hiperproteccionista sobre el sexo de la mujer es un arma envenenada de catastróficas consecuencias. Sobre el conocimiento o el desconocimiento sexual se construyen las relaciones ulteriores que condicionan toda nuestra existencia. Es por lo tanto mucho lo que está en juego."

"Es la guerra, cariño, pero mil veces mejor puta que gilipollas decente. En realidad lo decente es ser prostituta, o puta, en su defecto. Lo indecente es pasarse la vida haciendo la estúpida, contemporizando con el machismo pro castración psicológica."

"Porque no cabe duda que en la construcción social del individuo, el prejuicio es algo que va intrínsecamente unido al proceso de socialización tal y como lo conocemos. Por lo que respecta a la construcción del género, como en el desarrollo de las facultades sexuales, se han utilizado determinadas cuestiones biológicas para establecer líneas divisorias de conductas polarizadas y tribales. En su origen, los roles y la construcción de género necesitan, por tanto, el prejuicio, y para que este quede acrisolado necesita la colaboración activa de cada uno de sus actores, o como mínimo, de la mayoría. Así se empieza por construir el género y los roles sexuales, que, inevitablemente, quedarán marcados por la conveniencia de quienes dominan la situación y por la impronta de sus intereses. Es constatable que la concepción de género y sexualidad varía según la época y el contexto. Hombres, mujeres, homosexuales, heterosexuales son en realidad arquetipos construidos en base a la conveniencia social."

"Lo gracioso es comprobar cómo, en la medida en que la mujer acapara poder, esgrime argumentos sobre la dignidad femenina en sentido castrante y patriarcal en que ha sido educada."

"Cada vez que oigo a tantas mujeres disertar sobre la supuesta utilización sexual que los hombres hacen de otras mujeres que no son ellas, la imagen que me viene es la de un eunuco asexuado, enfermo y acomplejado por sus carencias, e indignado por el placer que otros individuos experimentan. Es cruel expresarlo así, lo sé. Pero seamos serios, no se puede pretender la liberación femenina desde la represión sexual y la fidelidad patriarcal al molde que el machismo ha creado de la dignidad femenina."

"En el esquema sociopolítico la sexualidad deja de ser una posesión del individuo y pasa a ser propiedad del Estado."

"Estado y religión son aliados destinados a gobernar al individuo y, por tanto, su sexualidad. Estado y religiones forman parte de la misma estructura jerarquizada y piramidal en la que el individuo está destinado a servir a una elite. En contra de lo que se nos dice desde la jerarquía, el servicio que el Estado presta al individuo es irrelevante en comparación con el que el individuo ha de prestar al Estado. Referente a la libertad sexual, eso se traduce en la persecución explícita de todo aquello que no es instrumentalizable, y una homologación en lo que sirva al mercado y, por tanto, a su mantenimiento jerárquico y piramidal. Dicho de otra forma, Iglesia y Estado se erigen en proxenetas de la ciudadanía en lo que respecta al sexo previamente domesticado y a todo lo demás."

"La forma de garantizar que el sexo individual sea controlado por el Estado es creando mecanismos de control en todos los ámbitos sociales. Para eso se instaura la polarización del género en base a las diferencias fisiológicas de los individuos, se garantiza un sistema reproductor concreto que favorezca los intereses comunes y se persigue aquello que no tiene una utilidad práctica para el bien común. Por eso se fomentan los prejuicios negativos y positivos, que no son sino vulgares juicios de valor sobre los deseos, necesidades y anhelos humanos. LOS PREJUICIOS servirán para perpetrar sangrientas persecuciones, establecer leyes de dominación e instaurar un colonialismo sobre la vida del individuo, que es desprovisto así de criterio personal. De este modo se forja la sexualidad obligada y los moldes en los que los ciudadanos habremos de encajar."

"En los países del mal llamado primer mundo, el sexo como principio alimenticio tiene muchas caras. Así pues, se dan demasiadas situaciones radicalmente diferentes, y un amplio espectro de mujeres que se benefician de ello, o que, por el contrario, son explotadas."

"La puta feminista es un arquetipo que la estructura machista en la que vivimos debe reprimir y los hombres y mujeres que ostentan ese poder nos temen, desprecian u odian. Sienten, con razón, que los estereotipos idílicos de sumisión y adoctrinamiento castrante en el que nos miramos se resiente."

"La simple idea de proteger y alimentar el pensamiento puta hace temblar los cimientos del patriarcado. Y ello incluye a muchas mujeres que se denominan liberadoras, empeñadas en conducirnos por la senda lineal ya transitada de la castrante dignidad femenina."

"Claro que en el fondo, y a decir verdad, tampoco a estas feministas abolicionistas les interesa que se acabe la prostitución, sino que se precarice con la finalidad de tener gallinitas a las que reinsertar y así poder vivir con subvenciones generosas a sus asociaciones, vulgares parásitas como son de la prostitución ajena."

"Pretender perseguir la sexualidad con leyes no es sino legitimar auténticas cazas de brujas femeninas, criminalizar, envilecer a la mujer y negarle el derecho incuestionable de la supervivencia."

"El feminismo ha logrado imponer —en parte— una lógica deconstructora de los roles de género que oprimían al individuo. De esta deconstrucción, y de su posterior aplicación en la vida civil, se han beneficiado no pocas mujeres y a posteriori, en luchas similares, homosexuales de ambos géneros, transexuales, etc. (...) El feminismo ha logrado no pocas conquistas. No sólo es justo reconocerlo, sino que además es una obviedad aplastante. Sin embargo, todo movimiento, grupo social, organización o persona que postula contra la opresión, a menudo arrastra la lacra de los prejuicios en los que ha sido adoctrinado. (...) Es gracioso, por ejemplo, comprobar cómo a día de hoy presumen de feministas mujeres que históricamente se han posicionado en contra de casi todos los logros antidiscriminatorios. Tenemos por tanto «ilustres feministas» que han sido asimismo fieles militantes de sectores tan castrantes y machistas como los Legionarios de Cristo Rey, la Falange, el Opus Dei, la Sección Femenina, etc. Tampoco pasa desapercibido el papel de la mujer afianzándose en el patriarcado a la vez que agente persecutorio de otras mujeres. Los regímenes machistas persiguen la fidelidad femenina a lo que se considera digno de mujer. El concepto feminista de «dignidad femenina» vinculada a la entrepierna pone en práctica persecuciones sociales idénticas a las utilizadas desde el machismo. (…) Este manifiesto servirá para desenmascarar a las mujeres que se hacen pasar por feministas, amparadas y cómplices, en un régimen que sigue persiguiendo a las mujeres no homologadas de todo tipo, homosexuales, transexuales y otros estereotipos alejados de protección social."

"Según estas individuas, la mujer que cobra por sexo es instrumentalizada por su partener. Por tanto, practicar sexo y beneficiarse económicamente es igual a malo. Este criterio está lleno de lagunas y contradicciones, en tanto se basa en un enjuiciamiento que da por supuesto que determinado beneficio económico es igual a esclavitud. Por un lado, tenemos que la esclavitud consiste en un régimen en el que se trabaja sin beneficios económicos, salvo la manutención. En ese sentido, el matrimonio tradicional encaja mejor en ese concepto."

"Las cifras, según ellas: «95% de esclavitud sexual». El problema está en que esas cifras son inventadas a partir de estimaciones hechas por ellas mismas."

"Sobre el concepto de «dignidad de entrepierna» de las individuas abolicionistas, cabe constatar que es idéntico al concepto machista defendido por los hombres. Al fin y al cabo, desde el machismo se nos ha enseñado lo malo que es ser una puta.
Desde el machismo se presenta al hombre como una víctima de sus impulsos sexuales, que no puede reprimir, fruto de su pasión por las mujeres. Mujeres malas como las putas que utilizan sus encantos en beneficio propio.
Desde el «feminismo», el malo es el hombre que instrumentaliza a la mujer para su propio placer y la convierte en objeto.
En ambos casos se focaliza la atención en los deseos masculinos y se invisibilizan los intereses de la mujer, la cual, desaparece como sujeto de derecho."

"No queda más remedio que afirmar que estas mujeres autoconsideradas feministas se nutren del machismo y del patriarcado, pues al mismo tiempo que denuncian supuestas instrumentalizaciones se sirven de los prejuicios de género bipolar.
Mientras se quejan del ejercicio del poder, ellas hacen lo propio con otras mujeres a las que ningunean.
Mientras dicen defender libertades, utilizan la estigmatización y fomentan las cazas de brujas tradicionales.
Mientras defienden la prohibición de la prostitución, olvidan que en los países más machistas ya está prohibida por similares motivos.
Mientras abogan por libertades supuestas, se indignan por aquellas que se supone no son de su uso.
Mientras defienden el «Nosotras parimos, nosotras decidimos» para justificar el aborto, no les sirve el mismo criterio para la defensa de la autogestión sexual.
Mientras se quejan de que a la palabra de la mujer no se le concede credibilidad, ellas hacen lo propio con otras mujeres que no suscriben sus gregarias tesis de estereotipada dignidad."

"No son liberadoras de la mujer sino moldeadoras de la mujer en base al concepto estereotipado que demuestran tener del género y de la sexualidad. (…) Las «Bernarda Alba» defienden tesis calcadas a las de los sectores que quieren salvar a los homosexuales de la homosexualidad, a las abortistas de la «criminalidad», etc. En esa dinámica, es la fobia en estado puro la que se erige, y lo hace de forma aplastante."

"No nos engañemos, mientras del género se haga una interpretación sectaria, bipolar y tribal, la discriminación, el dominio del otro, el vampirismo emocional y una larga lista de mezquindades humanas seguirán perpetuándose hasta el infinito."

"Todo reprimido o reprimida tiene una doble cara, la de la persona que se traga de forma sumisa lo que otros le hacen tragar y la del chivato colaborador, hipócrita y beligerante convencido contra quien no se ajusta y traga lo mismo que le toca tragar a él o ella. Es inevitable, a menudo una víctima que contemporiza con la represión y se desenvuelve dentro de ella, acaba siendo compañera del verdugo. ¡Lo he visto tantas veces! Así se explica, en parte, cómo se perpetúan los prejuicios."

"La experiencia de cualquier persona víctima de lo que sea, violencia, accidentes, etc., puede aleccionar y ser instructiva en lo que a la prevención de situaciones de riesgo se refiere, pero no para sentar cátedra sobre los modelos de conducta a los que deberemos fidelidad. Recibir lecciones de libertad sexual de quien ha adquirido una aversión al sexo —aun justificada— es tan ridículo como recibir lecciones de aviación de quien tiene fobia a los aviones.
Sentar cátedra sobre la vida del prójimo es algo demasiado habitual; al hacerlo, la mayor parte de las veces no podemos evitar dejar constancia de aquello que nos inquieta, de nuestra visión del tema. Cuando describimos una situación que no es la nuestra, en gran parte, hablamos de nosotros mismos."

"Defienden que «casi quinientas mil mujeres están obligadas a ejercer la prostitución en nuestro país». La cifra que se daba desde la Comunidad Europea, hace poco, hacía referencia a la misma cantidad en Europa. Qué pasa entonces... ¿están todas las víctimas de la prostitución en nuestro país?"

"El discurso abolicionista tiene su réplica en las asociaciones de mujeres, putas y prostitutas a favor de la prostitución. Denuncian que las abolicionistas no buscan solucionar ni aportar nada positivo."

"Es obvio que las abolicionistas sólo persiguen una caza moral contra un estereotipo sexual que no comparten. Y, como en las cosas morales que otros grupos también defienden —por ejemplo la Iglesia—, los primeros que no son coherentes y no creen en lo que defienden son los mismos implicados. Como veis, estas mujeres se lían en circunloquios argumentales de una bajeza intelectual que ofende, especialmente a las prostitutas, depositarias de tanta basura prejuiciada. (...) Dicho de una forma más simbólica: están demasiado acostumbradas a cortarle el pie a la realidad para que encaje en la horma de su zapato, cuando la libertad exige zapatos nuevos que no aprieten el pie."

"No es la defensa de nada, y menos de la libertad, lo que se percibe en los dogmas supuestamente mesiánicos de las abolicionistas. Es la pura animadversión lo que motiva la abolición o ablación de las putas. Es la castración femenina, y no la liberación, el objetivo que se quiere conseguir."

"Presentar a la mujer como sujeto pasivo y necesitado de protección no sólo no es suficiente, sino que resulta perverso a la larga, pues esa cuestión (violencia de género o doméstica) sólo puede atajarse con otros modelos femeninos no supeditados y, por tanto, más liberales. De lo contrario, seguirá habiendo víctimas hasta el día del juicio final."

"Los asesinatos de prostitutas quizá nos pongan sobre la pista de cómo la sociedad transige, y es cómplice de ella, en la violencia contra las mujeres que no nos adaptamos al rol sexual que se espera de nosotras. Porque no genera la misma alarma social el asesinato de una chica convencional que el asesinato de una prostituta. Existe en el imaginario popular la convicción sexual de que la mujer es depositaria de agresiones. Tal lógica quedaba plasmada de forma bien gráfica con la famosa sentencia de la minifalda, en la que un juez exculpó a un acosador sólo porque la agredida llevaba minifalda y era sexy. Y una mujer sexy, cuando dice que no, en realidad quiere decir que sí. Esta es la lógica que se impuso y la agresión quedó impune. (…) También algunos sectores «feministas» defienden lógicas parecidas. Las agresiones sufridas por prostitutas les sirven para arrimar el ascua a sus lógicas sobre lo que no debemos hacer las mujeres. (…) El maniqueísmo de confundir el discurso victimizando a toda prostituta por sistema al tiempo que se es cómplice de persecuciones institucionales a las mismas fomenta la violencia y la indefensión de putas y prostitutas."

"Lo que convierte en feminista esta cuestión es la reivindicación de algo perseguido y estigmatizado. Porque la dignidad, desde mi punto de vista, no es otra cosa que encontrar satisfacción o conformidad en tus decisiones personales. Poca dignidad existe en la tendencia a renunciar a tus legítimos derechos con imposiciones ajenas. Y todavía no he encontrado a nadie que me diga qué tiene de malo el sexo, el dinero y la combinación de ambos. Las mujeres podemos cobrar por sexo, pagar por sexo y hacer lo que queramos por sexo. Esto es feminismo sexual en estado puro."

"El machismo existe gracias a la fidelidad de género. Si no fuera así, no estaría tan claro que es hombre o mujer. La infidelidad de género en las trans supone una ruptura y una lucha contra un montón de prejuicios. (...) Otra cosa que nos reprochan es que hemos tenido una educación masculina y por tanto machista. Claro, no miran que ellas han tenido una educación femenina mucho más condicionante y machista, si no, no tendría sentido la lucha por la igualdad. Además, no tienen en cuenta que las trans hemos luchado contra un machismo ridiculizante de nuestra feminidad. En cualquier caso, no somos las trans las únicas que defendemos la prostitución y la promiscuidad, faltaría más, simplemente nos sumamos a una visión sexualmente plural. No tiene lógica reivindicar el sexo-género como algo que puedes cambiar de acuerdo con tu interés y a la vez fomentar una lógica machista de sexualidad mojigata y unidireccional."

"El estigma del diferente
Imagina que sales a la calle y todo el mundo te mira, de repente te preguntas... ¿qué pasa? ¿por qué me miran...? Buscas en tu cuerpo y en tu compostura algo que te dé pistas sobre la actitud de la gente, y no encuentras nada. Las miradas se tornan en burla o desaprobación..., no te pasa nada, ni les has hecho nada, tampoco estás en un escenario ni rodando una película. Alguien se burla de ti..., y después alguien más. Al día siguiente se repite la escena... y al siguiente... y empiezas a pensar que tan embarazosa situación se perpetuará hasta que la razón ajena decida que debe perpetuarse, hasta que lo que ven en ti, y que no sabes qué es, deje de molestarles, y piensas que quizá nunca paren, que siempre estarán ahí a la vuelta de la esquina esas miradas, esos reproches y desprecios y piensas... ¿qué les he hecho? Y sabes que no es una pesadilla, que es real. Y sientes cómo un escalofrío infinito inunda tus entrañas. Y sabes que estás solo, que eres distinto, que el vacío que te provocan los demás es el preludio de la desolación que empieza a socavar tu existencia... Y sueñas que quizá, en algún sitio, alguien te tienda una mano y descubra que eres inocente, tú y sólo tú, y que los demás, que son el resto, por más que sean legión, se equivocan."

"El estigma por sexo, género, orientación o práctica sexual arrastra océanos de desasosiego y vidas rotas, quebradas por la incomprensión. Por eso es tan necesario reivindicar la diferencia, la desestructuración de los arquetipos y la visibilidad de las experiencias discrepantes de la normalidad, concepto inconcreto e irreal cuando es diseccionado."

"—¡Horror...! ¿Qué es eso...? ¡Dos mendigas envueltas en una manta y pidiendo dinero a los transeúntes...! ¡Serán descaradas...! Inmediatamente llamó al 902.
Ay, señor agente, ¡qué apuro...! ¡Vengan rápido! Me agreden dos mendigas criminales e incívicas en la puerta de mi casa, una casa que está catalogada, no es justo. A los cinco minutos, Lupita contempló cómo varios agentes la emprendían a porrazos con las desdichadas.
«Suerte que en el mundo queda aún gente como yo, dispuesta a luchas por la utopía de un mundo mejor».
(se trata de un relato de pseudoficción en el que se relata cuál es el modus operandi de una militante «feminista» abolicionista de la prostitución que se supone que se preocupa por la situación de la mujer en una sociedad patriarcal, extensible al modus operandi de una inmensa cantidad de «feministas» abolicionistas de la prostitución)."

"La infidelidad al rol sexual es concebido como un síntoma de puterío por el machismo, y como una imitación negativa de la masculinidad desde el «feminismo» hegemónico. Juicios de valor, en definitiva, destinados a fomentar la fidelidad de la mujer al rol cultural establecido."

"La mujer sin complejos no se siente violentada ni agredida por otras mujeres, por más que sean hipersexuales o Barbies; por otra parte, las mujeres acomplejadas no soportan a otras que no encajan en su perfil.
¿Hemos de ser todas unas Barbies? Obviamente no, si no nos apetece.
¿Hemos de ser todas unas machirulas con pelo en los sobacos? Tampoco, claro, sólo si así lo deseamos.
Se trata simplemente de moldearnos a nosotras mismas atendiendo y positivizando nuestros deseos. Podemos ser hipersexis o machirulas. Podemos ser gordas felices a quienes no les molestan las flacas. Podemos ser eunucos sin interés por el sexo y no sentirnos agredidas por las ninfómanas y sus orgías. Podemos ser bellas siendo feas y feas sin ganas de ser bellas. Podemos aspirar a tener la cara estirada y llena de botox o estar arrugadas como pasas. Todo puede ser, cualquier cosa. El respeto hacia las demás pasa inevitablemente por el respeto que sentimos por nosotras mismas y nuestra identidad. Elaborar discursos sociales en los que la mujer se enfrenta a sus complejos y limitaciones de sexo-género y busca estrategias positivas y enriquecedoras ayuda a generar una cultura más plural, compleja y positiva, en la que todas somos deseables y capaces. También ayudaría a acabar con actitudes gremiales, dogmáticas y sectarias sobre cómo hemos de ser las mujeres y cómo debemos comportarnos."

"El hombre —supuestamente el género triunfante— está inevitablemente plagado de complejos. El machismo le afecta negativamente casi tanto como a los otros géneros discriminados. (...) en el proceso de masculinización, cualquier atisbo de ambigüedad sexual es condenado hasta la saciedad. Los hombres no promiscuos, los homosexuales, los afeminados o sospechosos de transexualidad posterior son condenados en el imaginario machista. (...) En el hombre, su hipermasculinidad, su papel activo y su supuesta generosidad sexual como bien obligado acarrea como efecto colateral los complejos de quienes no dan la talla. (...) Castración para la mujer, generosidad heterosexual para el hombre, a grandes rasgos sería el esquema por el que se rige la sexualidad y la construcción de los géneros y por tanto el molde torturador de quienes no encajamos, bien porque no podemos o bien porque no nos da la gana."

"La filosofía queer reivindica la deconstrucción de los géneros tal y como están entendidos. Y es obvio que ha hecho falta cambiar costumbres con la finalidad de que tanto los roles como el mismo concepto bipolar hombre-mujer no fuesen tan asfixiantes. (...) No hace falta fijarse demasiado en el panorama actual para observar que el concepto de género es más híbrido de lo que era. Así pues, tenemos un amplio abanico de masculinidades y feminidades. Grados distintos de interpretarse a uno mismo y una misma.
No es lo mismo ni se parecen: Michael Jackson, Arnold Shwarzenegger, el canta Falete, o Jose María Aznar. Y en teoría son hombres.
En el mundo femenino ocurre lo mismo: Alaska, Ana Botella, Pamela Anderson o KD Lang son algunos exponentes de la elasticidad del género hoy en día.
Porque, ¿dónde acaba un género y empieza otro? (...) La construcción social bigénero está tan asimilada, que las situaciones que provoca rayan en el esperpento y no nos damos cuenta. (...) Porque en el fondo, ¿qué define de una persona la palabra mujer u hombre?, apenas nada si ese término no incorpora más datos. (…)
¿He mencionado más arriba que no se gana en libertad con leyes impositivas sino abriendo puertas? Pues lo reitero."

"El debate transexual existe porque la transexualidad existe. La progresiva aceptación de los y las transexuales ha obligado a replantear el debate en otros términos menos sexistas y catetos. En la medida en que el género se democratiza con sentencias, leyes y logros transexuales en positivo, la exhibición de prejuicios se revela como algo injustificado. (...) Las transexuales —por ahora sólo hablaré de las...— hemos presentado mil batallas en reivindicación de nuestra identidad. Para ello no ha quedado más remedio que hacerse entender desde un discurso parecido al bipolar hombre-mujer; nos dicen que sólo hay hombres y mujeres, y nosotras nos hemos defendido como mujeres. La oposición surge desde los sectores conservadores, los cuales ya hace tiempo que nos consideraban homosexuales afeminados. (...) La homofobia y la transfobia tienen ese sustrato. Y tanto da si se trata de un gay o una transexual, la estigmatización y la persecución han estado aseguradas."

"Mientras, la neurología descubre en el hipotálamo la BSTc., un área que, según ellos, determina el origen físico de la personalidad transexual. Por tanto, no se trataría de un trastorno mental, sino de un trastorno físico de intersexualidad, según ellos. (...) Siempre, eso sí, el calificativo de trastorno por delante, no vaya a ser que se les desmonte el bigenerismo al dar carta de normalidad a las divergencias de género y las sociedades acaben convirtiéndose en multigéneros. Y es que legitimar de alguna forma la pluralidad de sexo-género sigue siendo una pesadilla para todo individuo convencido e integrado. Se imponen, por tanto, las clasificaciones patologizantes como fórmula de preservar lo supuestamente auténtico —el bigenerismo— de lo sospechosamente falso, las conductas o fisiologías de género cruzado."

"Transexuales, putas, bolleras y maricones somos una gran familia, a veces no del todo bien avenida, que históricamente hemos soportado batallas comunes en las que a menudo hemos sido derrotados."


Beatriz se ha centrado en las falsas feministas abolicionistas porque defienden los mismos moldes y valores asociados que los patriarcales. Como en el feminismo queer, el género es una forma de homologación de los patrones. Y ya que de un supuesto manifiesto se trata, este es el Manifiesto Puta de Beatriz Espejo propiamente dicho, de su puño y letra o escaneado al pie de la letra, lo mismo da que da lo mismo.   









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