"El Capitán Mission fue uno de los antecesores de la Revolución Francesa. Iba 100 años por delante de su tiempo, pues su carrera se basó en un deseo inicial de ajustar mejor los asuntos de la humanidad, lo cual terminó, como es bastante habitual, en un ajuste más liberal de su propia fortuna. Se cuenta que el Capitán Mission, habiendo llevado su barco a la victoria frente a un buque de guerra inglés, convocó una reunión de sus tripulantes. Los que quisieran seguirle serían bienvenidos y tratados como hermanos; los que no lo quisieran serían desembarcados sanos y salvos. Todos a una abrazaron la Nueva Libertad. Algunos propusieron izar inmediatamente la bandera negra, pero Mission se opuso diciendo que ellos no eran piratas sino amantes de la libertad, que luchaban por la igualdad de derechos contra todas las naciones sometidas a la tiranía del gobierno, y decidió que una bandera blanca era el emblema más adecuado. El dinero del barco se metió en un cofre para que fuera utilizado como propiedad común. Se distribuyeron ropas a todo el que las necesitaba y la república del mar estaba en marcha.
Mission exhortó a sus hombres a vivir en estricta armonía entre ellos; dijo que la sociedad, equivocada, aún les consideraría piratas. Sin embargo, la autoconservación, y no su naturaleza cruel, les obligaba a declarar la guerra a todas las naciones que les cerrasen sus puertos. "Declaro esa guerra, y al mismo tiempo os recomiendo que tengáis una conducta humana y generosa con vuestros prisioneros para satisfacción de vuestras nobles almas, que se hará más patente cuando no recibáis el mismo trato si la mala fortuna o el poco valor os ponen en manos del enemigo..." Fue apresado el Nieustadt, de Amsterdam, entregando 2000 libras y polvo de oro y 17 esclavos. Los esclavos fueron añadidos a la tripulación y vestidos con ropas que sobraban en el navío holandés; Mission lanzó una arenga denunciando la esclavitud, manteniendo que unos hombres que vendían a otros como esclavos demostraban que su religión no era más que una pantomima, pues ningún hombre tiene poder sobre la libertad de otro."
(de "Ciudades de la Noche Roja", William Burroughs)
"Nos proponemos atacar a la maquinaria policial por todas partes. Nos proponemos destruir todos los sistemas verbales dogmáticos. La unidad familiar y su expresión cancerosa en tribus, países, naciones, lo erradicaremos todo desde sus raíces vegetales. No queremos oír hablar ya más de familia, de madres, de padres, de policías, de curas, de países ni de partidos. Para decirlo con toda sencillez, ya nos hemos hartado de oír gilipolleces"
(de "Los chicos salvajes", William Burroughs)
(leed también "El fantasma accidental" de William Burroughs)
Mission exhortó a sus hombres a vivir en estricta armonía entre ellos; dijo que la sociedad, equivocada, aún les consideraría piratas. Sin embargo, la autoconservación, y no su naturaleza cruel, les obligaba a declarar la guerra a todas las naciones que les cerrasen sus puertos. "Declaro esa guerra, y al mismo tiempo os recomiendo que tengáis una conducta humana y generosa con vuestros prisioneros para satisfacción de vuestras nobles almas, que se hará más patente cuando no recibáis el mismo trato si la mala fortuna o el poco valor os ponen en manos del enemigo..." Fue apresado el Nieustadt, de Amsterdam, entregando 2000 libras y polvo de oro y 17 esclavos. Los esclavos fueron añadidos a la tripulación y vestidos con ropas que sobraban en el navío holandés; Mission lanzó una arenga denunciando la esclavitud, manteniendo que unos hombres que vendían a otros como esclavos demostraban que su religión no era más que una pantomima, pues ningún hombre tiene poder sobre la libertad de otro."
(de "Ciudades de la Noche Roja", William Burroughs)
"Nos proponemos atacar a la maquinaria policial por todas partes. Nos proponemos destruir todos los sistemas verbales dogmáticos. La unidad familiar y su expresión cancerosa en tribus, países, naciones, lo erradicaremos todo desde sus raíces vegetales. No queremos oír hablar ya más de familia, de madres, de padres, de policías, de curas, de países ni de partidos. Para decirlo con toda sencillez, ya nos hemos hartado de oír gilipolleces"
(de "Los chicos salvajes", William Burroughs)
(leed también "El fantasma accidental" de William Burroughs)
No hay comentarios:
Publicar un comentario