martes, 22 de agosto de 2017

El Ansia (2012) / El Ansia (reprise, 2016)





EL ANSIA (2012)

Caídas en descenso tras la euforia de haber llegado a la cima. No se trata de la altura de la cima, sino simplemente de haber llegado a ella, ni de la dimensión de la caída, sino del vértigo que parece permanecer tras ella durante demasiado tiempo, como un bebé al que no se le puede explicar el porqué de un leve picor y llora y llora y llora sin poder racionalizar nada. Temblores. Sudor. Mareo. Y no lo sé hacer solo. Cógeme de la mano y crucemos el precipicio de puntillas sobre la cuerda. Tu mera compañía (¿cómo se me ocurre calificarla de “mera”?) me da la necesaria confianza para cruzar al otro lado desde que las alas se me cayeron sin aún haberse cicatrizado. Practiquemos, hasta que incluso los cables de lefa rancia que tanto han influido en nuestra manera de levantar los pies del suelo, un suelo tan odiado precisamente por ser anhelado, resulten rígidos al habernos transformado nosotros en sustancias aún más viscosas y con moléculas tan separadas que podemos penetrar en todo lo que creemos que nos quiere dañar. No más manías persecutorias. Si nos quieren herir, nos adelantaremos a ellos. Si no lo pretenden, será el ansia misma la que sufra esta vez una crisis de ansiedad. Sólo cógeme de la mano. De nuevo.


EL ANSIA (reprise, 2016)

Probé la sangre siendo consciente de que tendría que superar el ansia. Nunca supe si el deseo me alimentaba o lo alimentaba yo a él. No tardasteis en negarme la sangre. El deseo que nunca puede ser realizado. Todas las personas a las que serví como medicina me afamasteis como tóxico. Vampiro vampirizado. Mi sueño francés me abandonó sin avisar. Se marchó con todos vosotros cortándome los párpados. Nunca me preparé para ser ermitaño. Vuestro sistema educativo es: averigua lo que uno no puede hacer y oblígale a hacerlo. Obligado a no dormir las carcajadas que corrían delante de mis ojos solidificaban el plasma. Venas sin tráfico. Tráfico sin descanso en mis pupilas. El deseo accidentado sobresaltándome incansablemente. El insomnio es la muerte del vampiro como tal. Pero el ser persiste con el ansia infinita de la sangre vedada. No regreséis a por medicina cuando enferméis. Yo no soy el vampiro de mi propia sangre. Soy el violador incapaz de masturbarse. La espada de la Justicia. La Venganza.



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