martes, 29 de septiembre de 2009

Donosti, NOT capital europea de la cultura 2016

A mucha gente le sorprende que me meta tanto con Donosti. Se supone que la debería amar, porque he nacido aquí y tal... Bueno, pues para empezar eso no va conmigo. Yo no pertenezco a ninguna tierra porque no soy una planta.
El caso es que estoy conociendo últimamente a bastantes donostiarras que comparten mi opinión, tanto amigos cercanos como conocidos. El título de esta actualización es de hecho el nombre de un grupo que se ha creado en Facebook. Hay ciudades donde la cultura también escasea, pero por lo menos tienen la decencia de no ir de lo que no son. Donosti es pura fachada. Mucho escaparate y poco contenido. Donosti sólo tiene 184.248 habitantes (area metropolitana hasta Hendaia 413.617). Todo es homogéneo; la gente, su manera de vestir y de asombrarse ante cualquier atisbo de diferencia, los bares, la música de los 40 principales que se escucha por todas partes... Por los alrededores de San Sebastián es muy habitual que te insulten a gritos y sin disimulo, constantemente. Lo digo por experiencia. Uno ya se cansa hasta de contestar. Es muy difícil encontrar gente con inquietudes, y cuando se encuentran, se quejan igual que yo. No hay vida en la calle y es muy difícil encontrar zonas underground (en la pudorosa Donosti, tan conocida por sus playas, ni siquiera existe una mínima zona nudista). En la aburridísima Semana Grande se siguen practicando festejos taurinos. No existe ninguna clase de apoyo a artistas desconocidos (lo de nuevos es una expresión que no me gusta). Una vez finalizado el Festival de Cine Internacional, nos quedamos sin cine, a no ser que quieras ver dobladas las últimas películas norteamericanas de superhéroes en los únicos 4 cines que existen en Donosti capital (sólo en uno de ellos emiten películas en V.O.S., y ni siquiera siempre, pero al tener sólo 2 salas son pocas las películas que uno puede ver). Una vez finalizado también el Festival de Jazz tampoco hay variedad musical, festival que ya ha degenerado pasando a conocérselo como Festival Heineken, porque lo que importa en Donosti son las marcas y patrocinadores, no la cultura. Y es que 5 de los 7 patrocinadores de la candidatura para capital cultural europea son nada más y nada menos que constructoras (http://www.sansebastian2016.eu/web/guest/colabora/patrocinadores), con el único fin de forrarse, estropear más la ciudad, y atraer a turistas para darles el sablazo, pero manteniendo la bajísima actividad cultural. Y es que será mediante ése sablazo que les meterán a los turistas como recuperarán el despilfarro que ya se está gastando la Oficina 2016 para apoyar la candidatura; hasta octubre del 2011, 1.100.000€, una media de 1.200€ diarios. Resulta inquietante además este deseo de atraer a los turistas, teniendo en cuenta lo racista que es esta ciudad.

Que no se engañe nadie. Donosti no es una ciudad cultural. Es un lugar ideal para los miembros aburridos de la tercera edad y para los viajes del Inserso, que si tienen inquietudes tampoco, para la gente monótona y estacionaria que se mueve por costumbres, para los pijos y para las parejitas con críos que pasean por todo el Paseo de la Concha y su maldita barandilla. Si pertenecéis a alguno de esos grupos, venid. Si no...


A continuación, un artículo escrito por un amigo, Mikel Alonso, en contra de la candidatura de Donosti y publicado en diversos y relevantes periódicos, excepto, claro está, en el Diario Vasco, que es uno de los patrocinadores:


2016 – ¿UNA ODISEA DEL DESPACHO…?

La Oficina 2016 que coordina el Proyecto Cultural de la Candidatura de Donostia como Capital Europea de la Cultura en 2016, despachó el pasado día 17, en sesión pública en el Victoria Eugenia, el Mapa de Ideas elaborado tras el proceso de aportaciones y reuniones con, al parecer, unas 500 personas en barrios, sectores, consejos asesores, órganos municipales, particulares y asociaciones diversas. Ya el alcalde, en septiembre pasado, llamó a la movilización general para la construcción y el triunfo de la Candidatura con todas las frases que continua y machaconamente utiliza con sus equipos en los discursos de autovaloración de la marca Donostia®. Para intentar legitimar la propuesta, el calendario y la competencia con otras 13 ciudades del estado, la Oficina declara que gastará, hasta octubre 2011, 1.100.000 €, unos 1.200 € al día: tan sólo el coste de una instancia más de la Donostia® como máquina productora de sentido.

¿Es un viaje sólo desde el despacho? No; se trata de un entramado comunicativo, que intenta activar y engullir a su propio público, a la comunidad entera, a base de acciones económicas, políticas y culturales: si fuese tan sólo un producto de despacho tendría más dificultad en movilizar las emociones, en ocultar una ciudad cada vez más desigual, con cada vez más gente bajo el umbral de la pobreza, escenificando una ausencia de conflictos.

Tormenta perfecta destinada a apuntalar el zócalo, que se reclama intelectual, de esta iniciativa. ¿Quién puede poner en relación cabal con su vida lo que la Oficina intenta reducir a rasgos de la marca Donostia®, tales como: Cultura - Ciudad Educadora - Red transfronteriza de Ciudades - Euskara Diversidad Lingüística - Atlántico Ciudad Abierta Conectada por el Mar - Derechos Humanos Paz Convivencia - Medio Ambiente Energía - Infraestructuras - Ciudad Espacio Social - Juventud Intergeneracionalidad - Innovación…? Y paradójicamente, ¿Quién puede estar en desacuerdo con lo genérico que los gestores de la marca desgranen de estas fórmulas comercial-comunicativas? Esto es la movilización total de la vida por lo obvio, otro evento esencialmente tramposo: casi nada es lo que parece, escamotea lo que realmente importa que es el sometimiento al poder de la marca, porque, en el fondo, no pasa nada: todo se enreda con todo, la simulación y la banalización lo igualan todo.

Resulta pintoresco que el mismísimo Sr. Zapatero apoye la candidatura de Córdoba, y que el Banco de Santander la de… Santander. El Sr. Elorza dice que vamos a ganar, y también que lo importante es participar porque sabe que lo significativo es publicitar el asunto y con el Sr. Innerarity, mira al futuro. Voces más sugerentes, como la de Santi Eraso, quedan muy irreconocibles en el Mapa de Ideas.

Antes de la idea-fuerza 2016 y sus ejes-tractores, previsibles, ya tenemos eslogan orweliano: su novela 1984, hace ya 61 años, cuenta que la orden del Partido es “Eres”, sustituyendo al tosco “haz o deja de hacer esto o lo otro” totalitario y despótico. “Yo también soy San Sebastián 2016”, banderín de enganche de la Oficina, calienta el manido y aburrido patriotismo ciudadano. El pantano de lo identitario se intenta drenar con fórmulas como la de ADN transfronterizo y el tatuaje Euskal Hiria (Ciudad Vasca).

Una vez más, participación ciudadana es otro de los eslóganes. Pero los argumentos discrepantes no son publicitados por la Oficina. Quien asiste a una reunión no sabe
realmente lo que se dice en otras, no existe un foro articulado de encuentro y elaboración común, todo el contenido e instancias están controlados desde la cumbre. Dispositivo para detectar a quienes critican la razón misma del evento, oculta y se previene ante sus argumentos: la referencia a “voces discrepantes” duró 27 segundos en las más de tres horas de teatro en el Victoria Eugenia. La Oficina guarda el registro de las reuniones y, a modo de video-vigilancia jatorra, veda su acceso. Su participar es otra sala del laboratorio, otra ceremonia exaltante arreglada para legitimar otro despliegue de la ciudad-empresa: reconducir la actual y posible conflictividad social es siempre objetivo del proceso (la “paz”). Todo se limita a la expresión de opiniones y preferencias; expertos y profesionales de la Oficina y de otras instancias vienen a decir continuamente: ¿Le gusta lo que hacemos por su ciudad y por usted? Este es el menú, elija y punto.

Intentar, como sea, que vengan más turistas, que se queden más noches y que gasten más, justifica cualquier evento: para el 2013, Refundación de la Ciudad, bicentenario de su destrucción. Despojada de cualquier rasgo de transformación radical de las bases de nuestra sociedad, eso es refundar, ofrecerá más tematización y museificación de la oferta, con batallitas de figurantes disfrazados con trajes de época en las playas de la Donostia®: entretenimiento y poco más.

El verdadero pensamiento surge cuando nos enfrentamos a nuestros verdaderos problemas desde culturas otras: la de la defensa de los Bienes Comunes, recursos colectivos dañados por la privatización, incluso del conocimiento, y la contaminación; efectiva tutela medioambiental, territorial y patrimonial; derecho a la ciudadanía y renta básica universales; resistencia ante la precarización y privatización de la vida; el uso de la palabra (hitza) sin límites y con garantías, desde las resistencias, en el que el euskara deje de ser sólo una fachada; protección de la población ante la oferta machacona de mundos imaginarios; desmontaje de la gerencialización de la gestión pública: ni instituciones-empresa, ni ciudadanía-cliente; acceso real al uso de la vivienda: operativa pública sobre los pisos vacíos, parque de viviendas de alquiler social. Supresión de la contaminación visual y sonora del espacio público: efectiva protección de la salud mental pública. Declaración de Gipuzkoa como territorio libre de festejos taurinos. Paralización del proceso para el derribo del Bellas Artes: rescate público y adaptación como centro cultural gestionado por el tejido asociativo. Otra cultura de la gestión de los residuos: Ley Vasca de Residuos, acorde a la Iniciativa Legislativa Popular en marcha, sin incineración de recursos: protección real de la salud pública.

Gentes de Europa están por estas otras culturas, capitales en el intento permanente de desactivar el cerebro y terminales del miedo, del HAL-9000, monstruo de mil rostros que nos atenaza.

10 comentarios:

  1. Tu rebeldía desmorona mis estereotipos, lo se, no eres una planta y menos mal, por que si no, todo esto no serviría de nada.
    No puedo contradecirte por que desgraciadamente no conozco tu tierra pero si puedo decirte que
    un granito aquí y otro allí, hacen del aburrimiento un país de sueños.

    Abrazzzusss...


    PD:

    Por cierto, llegue a pensar que nunca quitarías al del polo rosa...

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  2. Soy de Donosti, y tienes toda la razon, apesta. Pero tengo esperanza de que este parque tematico construido en torno a su "marco incomparable" se transformara si nosotros queremos. Solo juntando fuerzas es posible el cambio, y muchas veces ese mismo sector underground prefiere tener un referente apestoso de Donosti para poder tener un enemigo facil e identificable. Acaso quien tiene la culpa de que los pisos sean los mas caros del estado sino el afan especulador de todos nosotros. Me dicen que me vaya para Madrid o Barna, que tienen mas posibilades, medios, alternativas....pero si la gente inquieta abandona la ciudad quien quedara para vivir? Odon y su gerontocracia bienpensante. Solo el sacrificio puede redimirnos.....

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  3. Los lugares también tienen "alma", y la de Donosti no me gustaba ni de pequeño cuando no había visto nada más. No está hecha para la gente inquieta, nunca lo ha estado. Independientemente de los precios de los pisos y todo eso, que le he dedicado más de una entrada al hecho de que es entre todos como se cambia, a nivel social y cultural Donosti pertenece a esos bienpensantes cerrados, y así ha sido desde que tengo uso de razón. Yo no me voy a sacrificar por nada que odio. Donosti sólo cambiará cuando se llene de gente de fuera que traiga diferentes maneras de vivir, pero está demasiado poblada por gente homogénea que no está preparada para eso. Descubrí la felicidad durante los 6 años que viví en Barna, y espero irme de aquí pronto de nuevo.

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  4. Gracias, está interesante lo que comentáis. Por desgracia creo que tenéis bastante razón. Recomiendo visitar esta página relacionada:
    http://www.beltzarecords.com/BeltzaBlog.asp?Titulo=2016-[DONOSTIA-CON-FUNDAMENTO]&codBlog=487

    Lo copio aquí:

    2016: DONOSTIA "CON FUNDAMENTO"!!!

    La unión hace la fuerza. Algo Q parece tan obvio, a día de hoy parece imposible. Tales son las circunstancias actuales, Q todas las fuerzas del underground cultural / artístico donostiarra han estallado en mil pedazos.

    No es mi intención unir el puzzle con loctite, solo intento mandar un mensaje en la botella para hacernos responsables del actual estado de las cosas. Nuestra queja constante ya nos aburre a nosotros mismos, no podemos pretender cambiar "el mundo" siendo y haciendo lo mismo Q las líneas democráticas de la sociedad. No podemos bostezar con las olas de energía ciudadana promovidas por el ayuntamiento de las S.S. cuando los ríos de la vanguardia intelectual alternativa están igual de contaminados como la bahía constitucional. Los dimes y diretes, las envidias e intereses, la falta de asumir riesgos entre nuestras líneas del frente es alarmante. Mientras tanto la retaguardia de los emperadores Donostiarras se frotan las manos ante el descontento generado por ellos mismos.

    Personas con un talento y unas capacidades descomunales quedan relegadas a meros observadores de la quema cultural a la Q nos lleva nuestros políticos (y sus garrapatas) incapaces de cualquier aportación interesante.

    A partir de aquí, prefiero Q me ayude Don Pío Baroja con su sencilla prosa para conocer quienes somos…

    pio baroja

    "Yo nací en San Sebastián el 28 de diciembre de 1872. Soy guipuzcoano y donostiarra; lo primero me gusta, lo segundo menos. Hubiera preferido nacer en un pueblo entre montes o en una villa costeña que no en una ciudad de forasteros y de fondistas. Me hubiera parecido más pintoresco.

    No siento gran entusiasmo por San Sebastián por varias razones. Primeramente, el pueblo no es pintoresco, pudiendo haberlo sido: tiene calles rectas, Q son todas iguales, y dos o tres monumentos que son medianos. Yo creo que en monumentos públicos hay que tenerlos muy buenos, o si no, no tenerlos. Hay cosas en donde no se acepta lo mediocre. Allí donde los donostiarras, en colaboración con los madrileños, ponen la mano, se levanta una cosa vulgar. Ya han afeado y municipalizado el monte Igeldo; ahora están afeando el Castillo; y el monte Ulía; si pudieran afearían y municipalizarían el mar para ponerlo a gusto de los forasteros de la Mancha o de la Sierra de Cazorla.
    Yo no tengo espíritu de esteta. Lo necesario es más importante que lo bonito. ¿Para qué adornar la ciudad con bagatelas de bazar?"

    [Gracias a dios Don Pío no conoce las últimas atrocidades urbanísticas de nuestros ediles municipales, la Bretxa, el mercado de San Martín, Illumbe, el Náutico, la Plaza de la Trinidad, El museo San Telmo (este sin terminar ya huele Q apesta), o proyectos por empezar como Tabacalera, la pasarela de Mompás y un largo etc Q dan ganas de echarse a llorar].

    "San Sebastián está muy dirigido por gente llegada de Pamplona, de Zaragoza, de Valladolid, de Chile y de Chuquisaca, que tienen el ansia de brillar. Si brillaba antes marchando al lado del rey, o tomando café con un torero célebre o saludando a un aristócrata. Hoy no se puede brillar así. Hoy se brilla con un gran automóvil.
    Respecto a las señoras, que algunas en verano parecen princesas, tienen en invierno tertulias en donde juegan al julepe. ¡Al julepe! A madame Recamier le daría un ataque de nervios este nombre de botica.

    [sigue ...]

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  5. [...sigue]

    En los monumentos de San Sebastián se ve que la inspiración ha partido de contratistas, de maestros de obras y de concejales.
    Hay una mezquindad y una insolencia en las gentes que viven en estos pueblos modernos que la comunican a todos los objetos del exterior. Así, las calles, las tiendas, las casas, todo responde a su manera de ser, seca y aparatosa; todo es feo, mezquino y triste.

    En Pasajes había antes en la casa antigua donde vivió Victor Hugo un pequeño museo, que no tenía nada de particular, instaurado por Deroulède, que como se sabe, era un fantasmón, pero, en fin, el museo tenía nombre y el recuerdo.
    El ayuntamiento de Pasajes no contaba con consignación para sostener un mozo que le pasara el plumero al busto del gran poeta francés, y pidió al de San Sebastián una ayuda; el de San Sebastián dijo que no tenía nada que ver con ello, y el pequeño museo de Victor Hugo se cerró.
    El ayuntamiento de San Sebastián no supo tener en cuenta que Victor Hugo ha sido un gran poeta, de fama universal, que ha hablado repetidas veces con simpatía de los vascos, que ha hecho que el nombre de un pueblo de la provincia de Guipúzcoa, Hernani, corra por el mundo entero. Un poeta es poca cosa para un concejal donostiarra. ¡Si hubiera tenido un pequeño título!

    La vida en San Sebastián en pleno verano es tan mecanizada, que parece que hombres y mujeres son monigotes que hacen un papel sin poner en ello ni gracia ni entusiasmo.
    Hay algo dogmático en el español, por lo menos poco plácido, que no permite el ambiente laxo de las ciudades de moda y de diversiones del extranjero. Todo el mundo conserva aquí el engolamiento y la tirantez; la moral es rígida y se juzga al prójimo por su categoría social y por su fortuna.

    Los que vivimos en estos viejos pueblos latinos vivimos como peces en estanques de poco fondo. Antes todavía, cuando el líquido era turbio, se podía pensar en la inmensidad de las aguas que le rodeaban a uno; ahora ya es imposible; se ve el fondo del estanque con claridad y se conocen con exactitud sus dimensiones. Caso triste."

    [sigue...]

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  6. Una curiosidad: me pregunto quién te insulta, cómo, por qué ... Es que me parece bastante fuerte y no me gusta nada que se insulte. El respeto es lo primero. Gracias

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  7. [...sigue]

    Guías de España – El País Vasco por Pío Baroja [Ediciones Destino – Barcelona; junio 1953]

    Señores, señoras, a todos nosotros estas inteligentes líneas nos suenan a presente, incluso forman parte de nuestro futuro más inmediato. Estamos consintiendo una vez más la municipalización de la cultura donostiarra para 2016 y perpetuar esta mezquina forma de entender la sociedad, la música, la pintura, la fotografía, la literatura y cualquier forma de expresión hasta el juicio final.

    Participamos por cuatro duros del gran timo municipal, leemos a diario la prensa del emperador "Nerón", mandamos mensajes al gran hermano televisivo donostiarra apoyando nuestros colores, y visitamos con entusiasmo la última obra gráfica aparecida en la ciudad protegida por el nuevo Calígula de turno.

    Así llevamos más de un siglo, desde la Belle Epoque. Donostia es lo Q se merece. Ciudad de reyes y reinas, de caudillos y emperadores, de turistas y mercaderes, de nostálgicos de un futuro conservador, amigos de poderosos con sensibilidades económicas. Una placa donde nació es lo Q se conserva y se recuerda de un gran escritor como Don Pío Baroja, otra placa tras su muerte es lo Q podemos oír de un gran músico como Mikel Laboa. Q le vamos hacer queridos conciudadanos del underground cultural donostiarra, somos herederos directos del carrusel de la concha, somos hijos de la mediocridad. Eso sí, no nos olvidemos de comer angulas y solomillo en buena compañía el día de San Sebastián. Disfrutar del carnaval y del día de Santo Tomás. Ir a la regatas y visitar el Aquarium. Visitar la bahía en él ciudad de San Sebastián. Llevar a los niños a Igeldo. Y sobre todo no te olvides de ser una ola de energía ciudadana por la convivencia y la cultura.

    Yo nací en San Sebastián el 1 de Junio de 1964. Soy guipuzcoano y donostiarra; lo primero me gusta, lo segundo menos. Hubiera preferido nacer en un pueblo entre montes o en una villa costeña que no en una ciudad de forasteros y de fondistas. Me hubiera parecido más pintoresco.

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  8. Por desgracia lo que dicen en http://wopztzplus.blogspot.com/2011/03/donostia-2016.html pasa en muchos rincones de SS y muchos lugares """civilizados""". Así reza:

    DONOSTIA 2016

    Los últimos años, Donostia en particular y Gipuzkoa en general se está gastando un pastón en actos y preparativo de cara a conseguir la capitalidad europea de la cultura en 2016. Es la obsesión de su alcalde figurín.

    Ayer me dediqué a pasaear por Donostia 2001, concrtamente por el barrio de Igeldo, sus acantilados y ensendas. Para llorar. Está claro que en Donostia la única preocupación que tienen es pintar de blanco la puñetera barandilla, poner la alfombra verde a las puertas del Kursaal y poco más.

    En mi paseo matutino recalé en una pequeña ensenada desoladora. El lugar podría ser paradisíaco, de postal... pero aquello en realidad era un estercolero, un despropósito, una desgracia.
    La zona de Igeldo tiene un serio problema de planificación (urbana y ambiental) sus calas están llenas de mierda, escombros, especies vegetales absurdas. Me encontré una antigua piscifactoria abandonada, con plásticos rotos, cubetas resquebrajadas... en plena orilla del mar (ver foto)

    De hecho, lo más natural que encontré por esa zona fue esto:

    [Foto de un gran animal marino muerto]

    Para llorar.

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    Otra página de interés:
    + http://www.blogseitb.com/donostia_sansebastian/2011/03/28/sanciones-a-los-ciclistas-apoyo-a-donostia-para-ser-capital-europea/#comment-38

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  9. Esta interesante carta al director destapa varias cosas: http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2010/10/05/opinion/cartas-al-director/a-los-responsables-de-donostia-2016

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  10. Hay un hilo interesante al respecto en http://foros.diariovasco.com/donostia-2016-capital-que-cultura-t137349.html?sid=c40c4ac7c6dd86ac0ee3debffbbaa02b :

    Veo 2 problemas culturales importantes en Donostia:

    1. Se ensucia mucho por todos los lados. Lo que se mancha en las calles céntricas lo limpian máquinas barredoras a diario. Pero estas máquinas ensucian mucho: llenan el aire de humo y fuerte ruido (contaminación acústica). Y lo hacen costando mucho dinero: adquisición, mantenimiento, combustible, ... Como mucho deberían funcionar 1 vez por semana en cada calle: así se ahorraría mucho dinero en combustible, etc., se contaminaría menos el aire y se molestaría mucho menos a los vecinos (muchas veces despiertan a los que no tienen que levantarse antes de las 8 de la mañana). La política actual y reciente (es cosa de un par de años solamente) de estar continuamente recorriendo las calles con dichos monstruos mecánicos no favorece en nada la cultura de la limpieza: p.e. los niños llenan el suelo de porquerías porque como la máquina pasa enseguida pues no pasa nada. Así no se educa. No es más limpio el que limpia sino el que no ensucia. Esto es especialmente importante en el presente de crisis económica, energética y medioambiental.

    2. Hay demasiado peligro en la circulación, que pone en riesgo la salud de los más indefensos, sobre todo peatones y ciclistas. Es demasiado frecuente que muchos coches no cedan el paso a los peatones en los pasos de cebra, como deberían hacer según lo legalmente estipulado y, más importante aún, para no causar lesiones a los andantes. Aunque normalmente no hay accidentes, muchas veces los vehículos de motor pasan casi rozando a los peatones, que tienen que acelerar su paso: aparte de peligro y molestia aquí se da una gran falta de respeto, cero de cultura. También hay peligro en los bidegorris, por donde muchos peatones caminan. Otros cruzan sin mirar y algunos hasta se paran en ellos a charlar, etc. Por desgracia también hay muchos corredores que los usan estando prohibido. Y algunos de ellos que van en grupo ocupan los dos carriles, una barbaridad tan cierta como alucinante. También hay peligro en las aceras debido a algunos ciclistas imprudentes que circulan rápido por ellas sin apenas dejar margen respecto a los peatones.

    Creo que estos dos aspectos (limpieza y respeto al circular) son de los más importantes en cuanto a la cultura de una ciudad. Y en Donostia creo que suspendemos de calle.

    El resto de componentes culturales (museos, conciertos de música, exposiciones de cuadros, fuegos artificiales, ...) vienen después. Pero parece que es lo único que se tiene en cuenta a la hora de pujar por la capitalidad de 2016, por mucha Casa de la Paz, Festival de Cine y Derechos Humanos., etc. que se haga (están bien pero parece que quedan al margen).

    ¿De qué sirve tener muchas actividades culturales si no se tiene cultura de base (educación, respeto, limpieza, solidaridad)?

    Como consuelo de tontos se podría decir que el mal que afecta a Donostia no es, por desgracia, exclusivo de esta ciudad. Lo explicado en los dos puntos se da en demasiados lugares. Es más bien común en zonas donde la sociedad es supuestamente industrializada o desarrollada. Y es que el progreso trae importantes retrocesos, no se puede negar. El ritmo de vida acelerado no ayuda nada a entender las cosas, ni valorarlas, ni a intentar hacerlas bien.

    Bueno, creo que está bastante claro que, como en tantas cosas de esta sociedad moderna, lo que interesa de cara a la capitalidad cultural de 2016 es el dinero, uno de los mayores monstruos que nos dominan y destrozan. Pero como estamos esclavos de él lo perseguimos continuamente, como locos, sin pensar ... Así van Donostia y tantas ciudades de su país y estados vecinos ....

    En fin, que posiblemente haya más cultura "de la buena" en aldeas sin los dos problemas nombrados, pero nunca podrán optar a ser capital de nada ... ni falta que les hace ....

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