jueves, 24 de noviembre de 2011

Notes from Underground

En 1997 Gary Walkow llevó al cine una adaptación moderna de la novela corta homónima de Dostoyevsky, "Reflexiones desde el sótano" en castellano, llevando a nuestros días, ya que después de más de 10 años sigue plenamente vigente, el existencialismo de la novela de 1864.

Un hombre que vive en un sótano trabaja en el Departamento de Urbanismo del Ayuntamiento, un trabajo no muy gratificante y que para nada ayuda a la realización personal. Lo que vemos en la película son las memorias del protagonista, grabadas en vídeo para ser mostradas al mundo que le rodea. A través de ellas se nos muestra a un hombre cuyo raciocinio y sus emociones se hallan siempre en conflicto, intentando huir de las emociones refugiándose en una falsa racionalidad, un hombre que intenta mimetizarse con sus diferentes entornos en busca tanto de aceptación como de una personalidad propia, un hombre que busca poder sobre los demás para suplir sus debilidades a las que no quiere hacer frente, un hombre lleno de despecho y con un ego exacerbado que se dedica a manipular a la gente para sentir que queda por encima de los demás, un hombre que pide constantemente dinero que no devuelve, un hombre que no puede evitar mentir y que es incapaz de pedir disculpas, un hombre empeñado en "salvar" de la prostitución a alguna persona sintiendo que es él mismo el que se prostituye, un hombre que se pasa la vida intentando ayudar a los demás sin poder evitar hacerles daño al mismo tiempo y que no tiene el más mínimo reparo a la hora de humillarlos hasta que sienta que resulta imposible que sus víctimas se encuentren mejor que él mismo... Al fin y al cabo, dado el contenido existencialista de la obra, un hombre...

Con una interpretación excelente de todos los participantes (Henry Czerny y Sheryl Lee son los protagonistas principales) y unos magníficos decorados y localizaciones acordes a cada situación emocional que se vive, lamentablemente se retratan situaciones y reacciones que me son más que familiares, incluso en algunas aseveraciones del protagonista al que en la película no se da nombre, como si del retrato de una persona que padece Trastorno Límite de la Personalidad se tratara, aunque de manera más universal podemos encontrar en la historia la alienación a la que nos conduce una sociedad de producción en cadena donde las apariencias son lo que importa.

"No puedo ser bueno", asegura el hombre del sótano mientras rompe a llorar tras humillar a una persona a la que quiere.

"Para mí amar significa tiranizar. Una batalla por la dominación."

3 comentarios:

  1. A veces las alforjas se rompen de tanto peso, quizás entonces, al desparramarse, los sentidos cambian de posición y he ahí que todo se mezcla, a veces, de muy mala manera...abrazzzusss

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