El 28 de julio de cada año, la Organización Mundial de la Salud
(OMS) y sus asociados conmemoran el Día Mundial contra la Hepatitis. Se
eligió esa fecha en honor del descubridor del virus de la hepatitis B
–Baruch Samuel Blumberg–, galardonado con el Premio Nobel, nacido ese
día.
El lema elegido este año, ‘Esto es la hepatitis… Conócela.
Afróntala’, hace hincapié en que las hepatitis siguen siendo
enfermedades desconocidas como amenazas sanitarias en gran parte del
mundo, por lo que resulta crucial incrementar los esfuerzos dirigidos
hacia la sensibilización y su comprensión.
Sin embargo, este año, la conmemoración no está exenta de las
críticas y protestas de los activistas y defensores de los derechos de
las personas que viven con hepatitis. Pese a los buenos propósitos de
la OMS cuando se acerca el 28 de julio, las organizaciones no
gubernamentales (ONG) le critican su inacción y falta de liderazgo en
la respuesta mundial a la hepatitis C.
Y
razón no les falta. A pesar de que la hepatitis C es una enfermedad
tratable y curable, más de un millón de personas han fallecido por su
causa desde 2010. Aquel año, el Consejo Ejecutivo de la Asamblea
Mundial de la Salud encargó a la directora general de la OMS, la Dra.
Margaret Chan, que recabara el apoyo político y los recursos apropiados
para dar una respuesta eficaz a la pandemia mundial que constituyen las hepatitis víricas.
La inacción de la OMS en la respuesta a la hepatitis C ha permitido,
en buena medida, que esta epidemia continúe propagándose a lo largo y
ancho del planeta. Cada año se infectan entre tres y cuatro millones de
personas, y si bien la mayor parte de las nuevas infecciones se
producen entre usuarios de drogas inyectables (UDI), menos de un 4% de
estas personas tienen acceso a material de inyección esterilizado.
Según los activistas, este terrible fracaso en materia de salud pública permite que se siga propagando la epidemia. Resulta paradójico que la OMS califique la hepatitis C como una ‘bomba viral de relojería’, cuando ha hecho bien poco hasta la fecha para responder de forma eficaz a este problema emergente de salud pública.
La OMS calcula que 150 millones de personas viven en el mundo con
hepatitis C, aunque tan solo una pequeña parte de ellas conoce su
diagnóstico. Una gran mayoría de las personas que lo desconocen viven
en países de ingresos medios y bajos en los que no tienen acceso a las
pruebas diagnósticas, a la atención y el tratamiento. Además, el precio
del interferón pegilado, un fármaco irreemplazable en el tratamiento
estándar actual de la hepatitis C para todos los genotipos, resulta
inasequible. Por otro lado, incluso en algunos países donde se dispone
de tratamiento para la hepatitis C, se excluye a los usuarios de drogas
intravenosas: únicamente entre un 2 y un 4% de los 10 millones de UDI
infectados por VHC en el mundo tienen acceso al tratamiento (véase La Noticia del Día 07/06/2013).
En muchos países, a los usuarios de drogas inyectables que quieren
recibir terapia contra la hepatitis C se les obliga a interrumpir el
consumo de sustancias o a incorporarse a un tratamiento de sustitución
de opiáceos, a pesar de que ninguna de estas medidas responde a
criterios clínicos, sino a juicios morales con los que se discrimina y
criminaliza a este colectivo. Algunos países que defienden que las
drogas causan un grave perjuicio para la salud y generan redes de
delincuencia y corrupción y que adoptan la guerra contra las drogas
como estrategia política para perseguir la producción, el comercio y el
consumo de sustancias, consideran que ofrecer material de inyección
nuevo y esterilizado y otras herramientas para la reducción de daños a
las personas que se inyectan drogas es una forma de fomentar la
dependencia en lugar de una medida de salud pública. Por este motivo,
no solo se niegan a introducir los programas de reducción de daños en
sus planes de salud pública, sino que persiguen con fuertes medidas
criminalizadoras a las personas que consumen drogas (véase La Noticia del Día 13/06/2013).
Por
todos estos motivos, la HepCoalition, una coalición de organizaciones
que trabajan en el ámbito de la hepatitis C (Treatment Action Group
[TAG], Médicos del Mundo, Act Up Basel, APN Plus, International Network
of People who Use Drugs [INPUD]), ha puesto en marcha una petición de
firma para exigir a la directora general de la OMS que muestre un
auténtico liderazgo, recabando el apoyo político y los recursos
necesarios para responder de manera eficaz a la epidemia mundial de
hepatitis C.
La petición puede firmarse en el siguiente enlace.
Los organizaciones que conforman la HepCoalition y los cientos de
personas de 86 países que han firmado ya la petición solicitan a la
Organización Mundial de la Salud:
- Que defienda reiteradamente la necesidad de ofrecer servicios de reducción de daños basados en los derechos humanos —como los programas de intercambio de jeringuillas, las terapias de sustitución de opiáceos y el tratamiento integral de la hepatitis C— de alcance suficiente para revertir la epidemia de VHC entre los usuarios de drogas inyectables, tal como recomiendan el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD);
- Que apoye de forma activa la solicitud de inclusión del interferón pegilado en la Lista de Medicamentos Esenciales de la OMS, con lo que aumentarían las posibilidades de acceso a este medicamento a un precio asequible en los países de ingresos medios y bajos. En la actualidad, el tratamiento anti-VHC puede costar hasta diez veces el producto interior bruto (PIB) per cápita en estos países.
- Que proporcione apoyo técnico a los países para ofrecer acceso a productos biosimilares y alternativos al interferón pegilado asequibles, de alta calidad, eficaces y seguros.
- Que elabore unas orientaciones claras sobre detección y diagnóstico del VHC que recomienden explícitamente la realización de pruebas a las personas con VIH, en las que la hepatitis C progresa de forma más rápida, y a los usuarios de drogas inyectables.
Durante el jueves 25 de julio, y en el marco de un día mundial para
la acción en más de una docena de países, un grupo de activistas
protestaron ante las puertas de la OMS en Nueva York (EE UU) para
llamar la atención sobre el fracaso de este organismo internacional
para hacer frente a la epidemia mundial de hepatitis C. Los
activistas, muchos de los cuales viven con hepatitis C, bloquearon el
tráfico en la Segunda Avenida en la calle 47, después de haber ocupado
el vestíbulo de la OMS.
"Tenemos las herramientas para acabar con la hepatitis C, pero la Dr.
Chan es incapaz de generar suficiente voluntad política como para que
se tome en serio esta epidemia", dijo una de las personas en la
protesta, miembro de la organización VOCAL-NY. Y añadió: “Con una amplia
gama de opciones de diagnóstico, estrategias preventivas de probada
eficacia contra la hepatitis (como los programas de metadona y el
intercambio de jeringuillas) y medicamentos en investigación y
desarrollo que podrían curar al 100% de las personas con hepatitis C,
no hay excusas para la inacción de la OMS".
En España, los usuarios de drogas inyectables han sido uno de los
colectivos olvidados por la gran mayoría de organizaciones de pacientes
de hepatitis. Algunas entidades no solo les han dado la espalda, sino
que en ocasiones han contribuido a perpetuar un estereotipo negativo de
este colectivo. Cualquier movimiento internacional de lucha contra la
hepatitis C entiende que la respuesta a la pandemia pasa por la no
discriminación y exclusión de ningún paciente, con independencia de
cómo haya adquirido su enfermedad. Únicamente se podrá erradicar algún
día la hepatitis C cuando todas las personas, pero en especial los
colectivos más vulnerables como el de los usuarios de drogas
inyectables, tengan acceso a la prevención, atención, tratamiento y
cuidados.
Probablemente si se abordara de este modo cualquier persona que vive
con hepatitis C en España (independientemente de cómo adquirió su
enfermedad) se sentiría tranquilizada por saber que hay un movimiento
social que está defendiendo su derechos como pacientes y no solo los
derechos de unos pocos.
Fuente: gTt-VIH
Referencias: Comunicado de prensa de Vocal-NY (25/07/13): On Eve of World Hepatitis Day, New Yorkers With Hepatitis C And Allies Block Traffic, Occupy Lobby of World Health Organization (WHO) Demanding Leadersip to End the Epidemic.
Referencias: Comunicado de prensa de Vocal-NY (25/07/13): On Eve of World Hepatitis Day, New Yorkers With Hepatitis C And Allies Block Traffic, Occupy Lobby of World Health Organization (WHO) Demanding Leadersip to End the Epidemic.
Como enfermo de hepatitis C que soy, agradecería que todo el que se pase por aquí ayude firmando la petición. Gracias.
Estamos jodidos, cuando es necesario pedir e incluso exigir justicia y ayuda a la OMS. Esa mujer, no debería estar ocupando ese puesto. Parece como si no fueran nunca adecuados los individuos que ocupan cargos y puestos importantes. Es lamentable, como nuestro puto gobierno.
ResponderEliminarPor supuesto, he firmado.