Intrigantes y poco habituales poses. En giros de 180º, somos testigos de cómo cosificados fragmentos de cuerpos humanos pasan a mostrar una dolorosa y placentera vida propia de sujetos en esta serie titulada "Torsos". Mediante fotografías grabadas en papeles hechos a mano laminados con cobre, el fotógrafo y pintor Hermann Försterling muestra una cierta predilección por las nalgas y anos y las formas que adquieren en el agua, y en ocasiones en la aparente y erótica leche, consiguiendo de la misma manera que nos sintamos lejos de ellas por su abstracción como cerca de ellas por lo reconocible de sus cuerpos que compartimos. Ángeles con sexo, caídos o no. Sintamos como algo cercano y nuestro el nacimiento y la decadencia de Venus de las que somos testigos en estas imágenes, una cercanía, así como rechazo, que también sentimos en el resto de series fotográficas que aparecen en su web, donde lo masculino y lo femenino, la belleza y la fealdad, y el dolor y el placer, se confunden demostrándonos que son las 2 caras de la misma moneda. Sumerjámonos allí donde el aspecto y el contenido oníricos nos conducen directamente a nuestra realidad más íntima, haciéndonos perder el miedo hacia nosotros mismos y a la carne que siempre va unida al espíritu.
Texto de Josu Sein
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