Un mundo en el que todo sean pesadillas. O un mundo en el que todo sean sueños húmedos. Milan Nenezic es un joven pintor serbio que siempre se debate entre estos dos lugares oníricos y que los retrata con violencia en grandes lienzos.
Parejas haciendo el amor a oscuras, cuerpos que se deshacen, flores que
en realidad son vaginas muy tristes o vómitos que salen escupidos como
bombas, como angustias, como silencios descarnados.
Nenezic crea una realidad distinta, en la que lo excitante puede ser también absolutamente doloroso y temido.
Las mujeres que retrata tienen cuerpos bellos pero sus ojos son
tristísimos e indican que detrás de ellos hay historias secretas. Los hombres que retrata son deformes y mostruosos, e indican que detrás de ellos hay un universo difícil y sufrido.
¿Hasta dónde llega la brutalidad y hasta dónde llega el amor? Al final,
lo que Milan Nenezic retrata no es otra cosa que una intimidad
desvirtuada. ¿Seguro que queremos despertar?
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