Vivimos en un mundo en el que, no sé por qué, quejarse es malo, cuando
es el primer paso para cambiar algo negativo o que no te gusta. Enseguida te llaman
quejica (no hay peores quejicas que los que no paran de quejarse de los
quejicas, y conozco a varios). La gente cree que para no ser pesimista
se debe ser positivo, sin darse cuenta de que con
esa actitud también nos mantienen en el rebaño y bajo control. Hay quien dice que a pesar de eso, quedarse en la queja impide la evolución, convirtiéndose en un eterno lamento. La razón de esa actitud es que se es pesimista. No existen únicamente el positivismo u optimismo y el pesimismo, sino también el realismo al que debemos aspirar y que en no pocas ocasiones y de manera errónea se confunde con el pesimismo. En definitiva, el "secreto" para ser felices y materializar todo lo que queramos, es una tomadura de pelo. Aquí dejo el link a un vídeo de
10 minutos en el que Barbara Ehrenreich
comenta su libro "Sonríe o muere", donde argumenta contra el pensamiento
positivo obligatorio, concluyendo que mientras que el positivismo conduce al individualismo, el realismo conduce al colectivismo y la unión para cambiar las cosas de manera efectiva y real al margen de pensamientos "mágicos".
Enfrentarse con una sonrisa a los problemas no hacen que sean menos problema, pero si consigue quitarle la corteza de la realidad que por muy optimista acaba siempre dándonos de bruces contra la razón, pero al menos se intenta...abrazzzusss
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