La preciosa máquina de odiar siempre
estuvo ahí, para odiarse a uno mismo, para odiar a los que te odian.
Porque aquel sonido del "Pretty Hate Machine" de 1989, después
de haberlo madurado en "The Downward Spiral" de 1994, hace acto
de presencia en una historia emotiva llena de pasiones y compasiones.
El rock es una actitud que va mucho más allá de las guitarras o los
sintetizadores usados. Furia, sexo, la suavidad de unos acariciantes
dedos mientras los ojos muestran el ansia por provocar sangre, licor
de licores. Carreteras perdidas y autodestrucción. Un lugar para la
alegría y el baile mientras los dedos que antes acariciaban ahora
aprietan y los ojos que antes odiaban ahora aman (¿o era al
contrario?), hasta que ya por fin uno se puede entregar a sí mismo y
a aquella persona a la que decide proteger. La duda de Trent Reznor
nos ha arañado y ha marcado nuestra piel después de tantos años
como no lo hacía desde los 90, sin desmerecer sus geniales trabajos
posteriores, hasta que su duda pasa a ser una verdadera certidumbre,
porque no se podía haber esperado mayor acierto de este grande de la
historia de la música que es Trent Reznor cuyo último disco, "Hesitation Marks", vio la luz por fin ayer con aquel primer
single dirigido por David Lynch, "Came Back Haunted", que ya nos adelantó junto a los
temas "Copy Of A" y "Everything" poco después. Una verdadera
razón para seguir viviendo, con todo lo que ello conlleva.
Copy Of A
Everything
Find My Way
All Time Low
I Would For You
While I'm Still Here
Mensajes provenientes de un mesías panteísta...
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