martes, 3 de septiembre de 2013

Goldfrapp: "Annabel"


Como ya señalé en una entrada anterior, el nuevo disco de Goldfrapp que verá la luz la semana que viene, está compuesto por temas con nombres de mujer que van acompañados de un corto dirigido por la novia de Alison Goldfrapp, Lisa Gunning, y que se acabará viendo en los cines en forma de película. Podemos seguir observando que Goldfrapp, como en el corto anterior en el que prima la emotiva pansexualidad después de sus escarceos con las pistas de baile, han vuelto al romanticismo de sus discos más emblemáticos, tratándose no ya sólo de un romanticismo gótico sino también de un romanticismo sensual y amoroso (que nadie me malinterprete de la misma manera que un concepto tan bello como el del romanticismo histórico está hoy en día tan alienado y desvirtuado).
Ayer Goldfrapp nos regalaron el segundo corto que trata sobre la memoria, la identidad y el género, correspondiente al tema "Annabel", la bella y emotiva historia, ya que una anécdota puede conducir a una historia completa, de un joven chico andrógino que explora su femineidad. Según Alison Goldfrapp es la historia de un chico atrapado en el cuerpo de una chica. El corto está inspirado en una novela homónima del 2010 escrita por Kathleen Winter, en la que una niña hermafrodita es forzada en la Canadá de los años 60 a adoptar una identidad masculina por decisión de sus padres, como habitual y lamentablemente suele pasar con la gente nacida intersexual, a excepción últimamente de países como Alemania en los que los padres ante la duda podrán en la partida de nacimiento no especificar "masculino" o "femenino", sino simplemente "en blanco". Después de unos minutos sin música con un b/n melancólico que hace referencia a un recuerdo si no triste por lo menos dubitativo en los que el actor protagonista explora el tacto de la naturaleza y los campos de juegos, se va encontrando con elementos socialmente considerados femeninos y con los que se identifica, surgiendo un color apagado y setentero que probablemente haga referencia a otra clase de recuerdo, ése que por ser más un deseo y una revelación está aún por construirse entre opacos sueños que guerrean contra ese artificio bautizado como Realidad, con unos brillos y unos tonos pastel que no son más que la exteriorización de la mente de Annabel, ahora que ya sabemos de qué trata el tema...

Cuando sueñas, tú sólo sueñas que eres Annabel...


 
Cuando vuestro disco llegue a mis manos comenzará sin duda en mí una etapa muy emocional y emotiva, para bien y para mal...

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