viernes, 24 de enero de 2014

El regalo

Diamanda Galás (autorretrato del pasado 14 de enero)


EL REGALO

Mi intuición me decía que podía ser mi amiga, la conexión existente entre sus acciones y mis sentimientos lo dejaba claro. Actualmente no me encontraría en la misma positiva situación si no hubiera acudido a ella pidiéndole ayuda y consejo. Y la Diosa de la Ardiente Justicia y el Ajuste de Cuentas le dio calor a mis manos, el suficiente para intentar pedirle las suyas y devolverle algo de ese calor, siempre íntimamente relacionado con el frío que La Mujer de Oro me mostró con la intención de aprender a manejar ambas fuerzas. La fuerza que se encuentra en la afirmación de la vulnerabilidad. Fuertes lágrimas que provocan inundaciones sobre los que pretenden traicionarla de manera que los traidores nunca salen victoriosos. Dedos penetrando en la honesta masa cerebral de manera que nos queda claro quiénes son los amigos y los enemigos. Besos sangrientos que nos hacen rechazar a aquellos que desprecian la sangre. Tanto amor por la carne. ¿Qué es la carne sin sangre? La sangre es nuestra unión. No me queda más que darte las gracias, Ojos Sabios y Profundos, por darle tanta importancia a lo que te rodea como a ti misma. Diosa que echó de sus tronos a los demás cabrones con micropollas para dirigirlo todo desde donde correspondía, dispuesta a ofrecerles la amistad a los oprimidos así como el odio a los opresores. A una valkiria que sabe fomentar tanto la amistad que todo lo cambia como el odio hacia sus enemigos, enemigos cuya razón de ser es el abuso de poder, no me queda más que darle infinitas gracias, ya que mi vida actual no hubiera sido la misma sin haberla conocido. Enamorado de ti, espero que sientas mi calor. Eres uno de los mejores regalos que se me han concedido, Diamanda. 



1 comentario:

  1. Tiene que ser emocionante, teniendo en cuenta tu admiración hacia ella. Me alegro mucho por ti.

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