martes, 6 de noviembre de 2012

Cosmopolis


La gran mentira de muchas de las críticas negativas sobre esta película basada en la novela homónima de Don deLillo, es que David Cronenberg se ha perdido a sí mismo y que en esta gran obra no se encuentra nada que se pueda relacionar con las recurrentes obsesiones de Cronenberg que tanto caracterizan a su cine. Falso. Absolutamente. Siempre que Cronenberg recurre a una idea que no es originariamente suya es porque le viene como anillo al dedo y sabe llevarla a su terreno porque al fin y al cabo es el mismo. Crisis de valores, ya sea porque se trate de algo en constante debate, como en este caso el capitalismo, como porque se muestra que aunque la gente siga intentando mantener ciertos valores no son más que formas de vida que han de ser desechadas, como planteaba Cronenberg en sus primeras películas. Crisis de identidad personal. Unión de la tecnología y la carne (el protagonista de la historia, encarnación del capitalismo, y su limusina en la que recorre la ciudad para cortarse el pelo mientras es testigo del ocaso de su sistema no dejan de ser uno hasta el momento final de catarsis que se puede perfectamente relacionar con el final de "Videodrome"). Sexo, llegando incluso a cierta ambigüedad, y órganos que si no son nuevos como en sus primeras obras de ciencia-ficción y terror, por lo menos muestran ciertas "anomalías" muy sintomáticas también a nivel psicológico (que alguien me diga si no es capaz de observar las analogías entre el útero con 3 entradas de "Inseparables" y las escenas sexuales relacionadas con coches, acero, bisexualidad y conversaciones filosóficas de "Crash", con escenas de "Cosmopolis" como la crucial en la que mientras el protagonista elucubra con una mujer, detiene en ocasiones la conversación con muecas de placer/dolor debido a que un médico le está metiendo un dedo por el culo para determinar que tiene una próstata asimétrica). Virus que siguen acosando a la humanidad, ya sea bajo forma biológica al pie de la letra como en sus primeras películas, como bajo forma psicológica como en sus últimas obras. Monólogos que hablan sobre la vida, el sexo y la muerte. Lujo junto a decadencia. Organizaciones que compiten entre sí por los mismos fines. Es todo Cronenberg 100%, digan lo que digan otros y sabiendo que la moda actual es criticar por criticar. Si a todo esto le añadimos que no sólo la actuación de Robert Pattinson es excelente sino la de todos los actores y actrices, que cierto surrealismo y la noción del inconsciente colectivo siguen presentes, que la originalidad de los tipos de planos típicos en la obra de Cronenberg también, que la dirección de fotografía de su incondicional Peter Suschitzky es prácticamente inmejorable, que la música de su también incondicional Howard Shore vuelve a recordar a las bandas sonoras de películas anteriores (sobre todo a "Crash" de manera muy acertada al utilizar una música muy metálica y eléctrica para 2 películas que hablan sobre la fusión de humanos y coches, esta vez con tintes electrónicos acordes con la tecnología de la limusina), y que se sigue describiendo, como siempre, la destrucción de un tipo de sociedad o forma de vida, entre tantas otras cosas, nos encontramos con una grandiosa película "made in Cronenberg" que no deja indiferente a nadie. Eso sí, quien se niegue a aceptar que la vida, y por lo tanto su traslación a una pantalla cinematográfica, es un puzzle, que no vaya a verla, porque con lo último con lo que se encontrará será con una historia lineal y racionalista en la que se le dé todo mascado mediante una estructura clásica, ya que va a salir quizás con más preguntas que respuestas, tanto a nivel antropológico como individual y psicológico. Por algo la película comienza y acaba con detalles de una obra de expresionismo abstracto, dando lugar además a continuar con el debate de si el arte debe ser separado del capitalismo de una vez por todas.
Sigue así, Cronenberg, y no perderás a nadie... Digan lo que digan... Es más, has conseguido  crear un referente cinematográfico de principios de nuestro siglo XXI, que se dice pronto...


Howard Shore & Metric: "Long to Live" ("Cosmopolis" OST)


cosmopolisthefilm.com

2 comentarios:

  1. Otra criatura pretenciosa del Sr. Cronenberg (por qué no seguir el camino de 'Promesas del Este'?), perdido en sus masturbaciones capitalistas y apocalípticas disfrazadas de vampiros...

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    1. No siguió el camino de "Promesas del Este" porque a pesar de ser buenísima, es la menos personal de toda su carrera. Si no te gusta Cronenberg, la temática de toda su filmografía, simplemente no la veas. Los que perdéis el tiempo sólo para criticar me hacéis mucha gracia.

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