Ayer mismo vio la luz el vídeo oficial
del tercer single del retorno de Dios, expresión que ya me habéis
visto utilizar muchas veces al referirme a David Bowie pero
que esta vez viene que ni pintada, ya que en este polémico vídeo
dirigido por la grandiosa fotógrafa y cineasta Floria
Sigismondi, quien ya dirigió para Bowie los vídeos de "Little
Wonder" (1997), "Dead Man Walking" (1997) y "The Stars (Are
Out Tonight)" (2013), se reúnen imaginería religiosa, un
cardenal, obispos, monjas, prostitutas, sangre, flagelaciones,
desnudos, sexo, un sacerdote poco virtuoso encarnado por Gary
Oldman en busca de un pequeño desahogo, una santa mártir
bebedora y estigmatizada encarnada por Marion Cotillard cuya
función es manchar de sangre a todos los demás personajes, y un
mesiánico profeta encarnado por el propio Bowie que transmite
su mensaje en este prostíbulo. Leído así parece algo muy
subversivo, aunque en realidad no haya nada nuevo en la temática
(sexo y religión siempre han ido de la mano a lo largo de la
Historia del Arte) ni resulta tan escandalizador aunque el vídeo es
desde luego una joya impagable, pero no opinaron lo mismo en Youtube,
donde no duró ni una hora y fue retirado por "violación de los
términos de servicio", aunque por la tarde ya se volvía a
ver en el canal de Bowie, el único lugar en Youtube donde se puede
ver con una advertencia de contenido y bajo restricciones de edad,
por lo que es necesario tener una cuenta abierta en Youtube.
Bowie ya había dado pistas sobre la
temática del vídeo al publicar en su web que el vídeo que vería
la luz esta semana pretendía mostrar que "pueden trabajar con
Satanás mientras se visten como los santos", aludiendo a los
personajes de la iglesia/burdel que aparecen en la grabación. Según
quién lo mire, ya que la objetividad en el arte es una utopía, este
vídeo en el que el sacerdote interpretado por Oldman le dice a
Jesús/Bowie al final, en plena apoteosis sangrienta mientras la
puta/santa comienza a expulsar sangre a través de sus estigmas y
señalando hacia el burdel en el que él mismo ha entrado en primer
lugar, "¿Ves esto? Es tu obra, tú, que te llamaste profeta",
podría ser una crítica a la hipocresía de la Iglesia Católica
como institución. En cualquier caso, lo escandaloso es que este tipo
de imágenes sean cada vez más censuradas por supuestamente
escandalosas. Hace 25-30 años, cuando yo era un tierno niño que
creció con el cine y la literatura erótica y de terror y con
novelas gráficas históricas sobre la Inquisición y los métodos de
tortura a las brujas mientras le pedía a mi madre una Biblia como
regalo por curiosidad, nada de esto era considerado escandaloso... Si
finalizo Historia del Arte, cada vez tengo más claro sobre qué
versará mi tesis.